
Por: María José Álvarez
Cromos reflejó en sus portadas la influencia de movimientos artísticos como la Belle Époque y el Art Deco, que dominaron las artes decorativas en las primeras décadas del siglo XX. Al pasar los años, los ilustradores retrataron de manera ingeniosa la moda de su época en sintonía con las vanguardias artísticas, como puede apreciarse en portadas de Coriolano Leudo, Scandroglio, Martínez Delgado, Roberto Pizano y Sergio Trujillo.
Portadas del siglo
9 de octubre, 1943.
Durante el conflicto, la actriz Frances Rafferty fue chica pin-up de la revista Yank .
12 de septiembre, 1925.
Helena Aya, con su atuendo deportivo
En los 60, el Pop Art sirvió de inspiración a los artistas. La mejor prueba de estas influencias está en un par de desfiles que se realizaron en 1966, cuando Cromos cumplió 50 años. El primero tuvo una temática futurista que inventó Gloria Valencia de Castaño y que invitó a los diseñadores a mostrar cómo sería la moda en el año 2000, inspirados por maestros de la plástica colombiana, como Enrique Grau, Alejandro Obregón, Felisa Burstyn, Cecilia Porras, Omar Rayo y David Manzur. Gonzalo Arango presentó El uniforme para un nadaísta, y Olga de Amaral y Marlene Hoffman tejieron algunas de las telas para los diseños.
Gloria Valencia de Castaño, pionera del periodismo de moda, posó con una ruana a cuadros frente a un cuadro de Obregón.
Jackie Kennedy en bogotá en 1961. con sus vestidos sastre, la falda a la rodilla y el sombrero pill- box Fue un ícono de la moda.
El segundo desfile fue de ciencia ficción y se realizó en el Hotel Tequendama, donde se vieron audaces propuestas inspiradas por pintores colombianos, como Norman Mejía, cuyo traje en vinilo transparente se llamó Ropa interior para fiesta radioactiva. Hilda Strauss, considerada la mejor modelo del país, desfiló un traje diseñado por Marlene Hoffman con textiles de su fábrica.
29 de agosto, 1966
La ciencia ficción invade la moda
Original desfile realizado en el Salón Rojo del Hotel Tequendama con la participación de reconocidos artistas como Norman Mejía, Enrique Grau, Alejandro Obregón, Manolo Vellojín y Cecilia Porras, entre otros. La mejor modelo del país, Hilda Strauss, desfila con el traje 'Octopus', diseñado por Marlene Hoffman, y confeccionado con textiles de su fábrica
29 de agosto, 1966
Modelo astral
En el mismo defile de ciencia ficción, Manolo Vellojín diseñó este traje minimalista en blanco, sugerencia del artista para las damas de la era espacial.
1972
Liza Minnelli
Los vestidos de noche cobraron protagonismo con la actriz que interpretó a la burbujeante Sally Bowles. Largos y con lentejuelas, eran la medida perfecta de la sensualidad.
Igualmente, los cantantes nacionales y extranjeros, los actores, presentadores y quienes hacían parte de la farándula televisiva se convirtieron en un referente de la moda, empezando por la primera dama de la televisión colombiana, Gloria Valencia de Castaño.
Para su hija y sucesora, Pilar Castaño, el escenario máximo de la moda ha sido el espectáculo musical: “Sin las chaquetas blancas de flecos, Jimmy Hendrix no habría sido tan llamativo solo con su afro y su guitarra. A Michael Jackson lo enterraron con una chaqueta de lentejuelas doradas y negras. David Bowie trascendió no solo por su talento y su voz, sino porque fue un ícono de la moda y del transformismo de la moda”.
Géneros musicales como el jazz, el rock and roll, el punk, la música disco y el pop hicieron vibrar los estilos de vestir. A partir del festival de Woodstock, muchas mujeres se liberaron del sostén y adoptaron los pantalones de bota ancha, los zapatos de plataforma y las coronas de flores en la cabeza. Entonces las maxifaldas convivían pacíficamente con las minifaldas, que impuso la modelo y cantante inglesa Twiggy. Y en los tiempos del videoclip, los atuendos usados por Madonna y Lady Gaga se volvieron tendencia.
1990
La diva de siempre
Madona, la reina del pop, marcó los noventa con el mítico vestuario que diseñó Jean-Paul Gaultier. Esta prenda metalizada, mitad bustier y mitad corsé, pasó a la historia.







