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¿La diferencia de edad interfiere en el sexo?

¿Qué pasa cuando hombres y mujeres deciden establecer una relación con parejas que los superan en edad o más jóvenes que ellos? Aunque el sexo no necesariamente tiene que ver con hormonas o testosterona, la edad sí interfiere en las preferencias del ser humano a la hora de conectarse sexualmente.

Por Odalisca
15 de octubre de 2015
¿La diferencia de edad interfiere en el sexo?
¿La diferencia de edad interfiere en el sexo?

¿La diferencia de edad interfiere en el sexo?

Lo viví. No de primera mano pero casi de segunda. Claudia se enamoró en un avión. Para ser más específica, llenando los papeles de inmigración. No tenía lapicero, el señor de al lado le presta su esfero y entabla una charla con ella, 20 años más joven que él. El amor les da para tanto que Claudia termina dejándolo todo en su país para establecerse en Ecuador, donde el protagonista de esta historia tiene su vida construida hace 56 años. Con hija a bordo y ganas de iniciar una nueva familia, Claudia se radica en Quito y emprende una vida en este nuevo país.

El sexo, por supuesto, no se hizo esperar hasta que estuvieron bajo el mismo techo. En sus visitas a Colombia frecuentaban hoteles y bajo el calor de la novedad, de los cuerpos inexplorados y de la ansiedad se entregaban a noches y amaneceres llenos de placer. A primera impresión todo lucía en orden. Claudia encontraba atractivo a Miguel, pasaba noches enteras junto a él, eso sí, una sola faena bastaba, había conexión sexual “por fortuna”, pensaba ella.

Cuando se trasladaron a Ecuador, se casaron y empezaron la convivencia. La situación cambió, como es de esperarse, como sucede también en las parejas que son de la misma edad, o en las que la diferencia generacional no es abismal. La convivencia hizo que Claudia descubriera algunos trucos que utilizaba su esposo especialmente para mantenerse recio en cada encuentro. Miguel no utilizaba Viagra pero sí consumía un energizante previo a su momento íntimo y les funcionaba muy bien, a ambos. La cotidianidad compartida no había cambiado la forma como se relacionaban físicamente pero sí les había dado más confianza, lo que permitía que incluso ella pudiera ayudarlo cuando presentaba algún problema. “Sé que no le puedo pedir tres polvos en una noche, y en este momento tampoco lo necesito. Desde el momento en que decidí empezar una vida con él entendí que este tipo de situaciones eran normales y que es muy tonto pensar que porque me lleva 20 años no vamos a poder tener buen sexo. Él siempre está muy dispuesto a todo y se deja ayudar, no es prevenido, eso es fundamental”, dice Claudia.

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No es verbo ni un pajazo mental, pero la actitud con la que se resuelven este tipo de diferencias es muy importante, sin embargo, no se puede desconocer que, como afirma María Pérez, vicepresidenta de la Asociación Mundial para la Salud Sexual y directora del Institut Espill, de España,  “a lo largo del desarrollo evolutivo la sexualidad viene determinada por tres variables: la biológica (cambios en el cuerpo), la consideración social (la forma como la cultura dicta la manera como supuestamente se debe vivir la sexualidad) y la psicología (visión personal que cada uno va construyendo)”.

Los cambios físicos sí son visibles, tanto en hombres como en mujeres, y representan una variabilidad a la hora de tener relaciones sexuales. Es cierto que las mujeres cuando se enfrentan a la menopausia pueden padecer ausencia de lubricación vaginal y que los hombres a  partir de los 50 años sienten menos necesidad real de eyacular y que las erecciones pueden ser menos firmes, pero esto no impide una relación.

Es más, para cada problema hay una solución efectiva en el mercado. Usarlas no debe ser sinónimo de debilidad. Al contrario, debe ser visto como una muestra de empoderamiento de cada individuo. Eso sí, el sexo es una actividad física, no se puede pretender que quien ha llevado una vida de excesos, de extremos y de vicios va a llegar a viejo con una energía insaciable para tener un encuentro íntimo. En absoluto.  El cigarrillo, el sedentarismo, el colesterol alto, la obesidad pueden generar no solo ausencia de energía y estado físico para desenvolverse de la mejor manera, sino que también pueden afectar la libido.

La edad de una pareja, finalmente, resulta una característica en la relación pero no un determinante nefasto. La diferencia de edad definirá los planes, los gustos, las molestias, los sufrimientos y las necesidades de cada individuo pero a la hora de ir a la cama, a satisfacer tanto su deseo sexual como el del otro, el factor determinante estará más enfocado en la honestidad ¿Qué quiero? ¿Qué puedo hacer con ayuda de un agente externo? y ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar por mantener el deseo sexual en nuestra relación?

 

En busca de la talla correcta de brasier

 

DATO. La firma Leonisa presentó un informe en el que asegura que 7 de cada 10 mujeres usa la talla incorrecta de brasier.

CLAVE. No elegir la prenda pensando en el volumen de los senos, hay que empezar por medir el contorno de la espalda y así se determina la talla.

COPA. Para conocer la copa (A, B, C o D) se debe medir la parte más sobresaliente del busto, teniendo cuidado de que el metro quede recto al pasar por la espalda. 

DETALLES. Cuando se usa un buen brasier, con la talla y copa indicada, este no debe tallar en el hombro, porque el peso de los senos no lo soporta la copa. Y no se debe subir en la espalda, ni a la copa le debe sobrar espacio. 

 

Ilustración: Jean Paul Zapata.

 

Por Odalisca

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