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Dos procedimientos quirúrgicos utilizados para reparar el prolapso vaginal, uno que implica la extracción del útero mediante histerectomía y el otro con soporte de malla que preserva el útero, tienen resultados clínicos comparables después de tres años, según nuevos datos de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de California en San Diego publicados en la edición de 'JAMA'.
"La práctica estándar para el prolapso vaginal es una histerectomía. Aunque el útero es realmente un espectador inocente en esta cirugía, tenemos que extraerlo para tener acceso a los ligamentos necesarios para volver a colocar la parte superior de la vagina", explica Charles Nager, autor del estudio y presidente del Departamento de Obstetricia, Ginecología y Ciencias de la Reproducción de la Facultad de Medicina de la UC San Diego.
"Nuestro estudio muestra que extirpar el útero puede no ser obligatorio y usar una malla para sostener la vagina y los órganos pélvicos en los lugares apropiados tiene un resultado similar", destaca.
El prolapso vaginal es un trastorno del suelo pélvico que ocurre cuando los músculos se debilitan y los órganos pélvicos ocupan la vagina o incluso sobresalen más allá de su abertura. Los síntomas incluyen molestias extremas, pérdida de orina y presión en el área vaginal. "Puede afectar significativamente la calidad de vida de una mujer", asegura Nager. (Te invitamos a leer: Una incómoda enfermedad llamada prolapso genital).
El Estudio de Procedimientos de Prolapso Uterino - Ensayo Aleatorio (SUPeR) reclutó a 183 mujeres posmenopáusicas en nueve centros en todo el país. 93 fueron aleatorizadas para cirugía de malla y 90 fueron aleatorizadas para histerectomía. A las mujeres no se les dijo qué procedimiento recibirían.
"Durante tres años, el 75% de las mujeres no sabían si tenían útero o no. Muestra cuánto deseaban apoyar la investigación científica y mejorar su calidad de vida -resalta Nager-. Nuestro equipo está muy agradecido por su implicación. Nos ayudaron a realizar un estudio de alta calidad para el futuro de la atención médica".
Los investigadores encontraron que la cirugía de soporte de malla (histeropexia de malla) tuvo un resultado 12% mejor después de tres años. "Esto no es estadísticamente significativo, pero los resultados son prometedores -asegura Nager-. Continuaremos siguiendo a estos pacientes durante un total de cinco años para comprender mejor si un procedimiento es mejor que el otro".
Además, una encuesta posterior a la cirugía encontró que el 90% de las pacientes en ambos grupos informaron una mejora en la función sexual y una menor incidencia de sexo doloroso (dispareunia). Tampoco hubo diferencias en el dolor quirúrgico o pélvico informado por la pacientes.
Sin embargo, los procedimientos de malla para el prolapso vaginal han sido controvertidos, y la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) detuvo la venta y distribución de kits de malla para este tipo de cirugía el pasado 16 de abril. El aviso fue publicado después de completar el estudio SUPeR. La FDA dijo que aún no había pruebas suficientes para demostrar razonablemente la seguridad y eficacia de los kits. (Puedes leer: EEUU prohíbe el uso de la malla vaginal usada en la cirugía para corregir el prolapso de órganos pélvico).
"Esperamos que nuestros hallazgos combinados con el uso de kits de malla más modernos, seguros y efectivos respalden la decisión a nivel federal de hacer que el procedimiento esté disponible nuevamente y ayudar a las mujeres y los proveedores de atención médica a tomar decisiones de tratamiento informadas", concluye Nager.
