Las mujeres de la era Uribe

En 2002 el recién elegido presidente Álvaro Uribe sorprendió al país con un gabinete conformado por seis mujeres.

Por Sara Araújo

25 de junio de 2010

Las mujeres de la era Uribe
Las mujeres de la era Uribe

Las mujeres de la era Uribe

A lo largo de sus dos periodos la participación femenina se destacó en varias posiciones de alto nivel. Un homenaje a este grupo de líderes que llevaron las riendas de la educación, la cultura, las comunicaciones, la defensa, el ambiente y las relaciones internacionales.

Alicia, ¿cuántas son las ministras?”, preguntó el presidente Álvaro Uribe Vélez cuando terminó de organizar su primer gabinete. “Seis, Presidente”, respondió Alicia Arango, su secretaria privada. Cuando él se lamentó por no haber cumplido con el compromiso del 50%, ella respondió con desparpajo y honestidad: “Presidente, es que son 13 carteras, hubiera tenido que poner media mujer más y eso está difícil”.

Sigue a Cromos en WhatsApp

 En medio de cuentos, recuerdos y risas, uno de los nombres más repetidos entre las ministras de la era Uribe, que Ellas reunió en el Ministerio de Cultura, fue el de la nueva embajadora en Suiza, Alicia Arango. Nadie como ella para quitarle el drama a las situaciones difíciles y desenmarañar el carácter recio y adusto del Jefe de Estado. Arango y las 10 ministras de los ocho años del gobierno de Uribe trabajaron incansablemente y bajo presión, sin miramientos de género ni concesiones por parte de sus colegas hombres.

Se sentó un precedente: una mujer por primera vez en el Ministerio de Defensa, campo que había sido exclusivo de militares, y otra en ser la primera afrocolombiana en ocupar una cartera ministerial, dan cuenta de algo más que Ley de Cuotas.

Todas coinciden en afirmar que la actitud del Presidente era de respeto y mucha libertad en la toma de decisiones. Sin embargo, también confirman que la exigencia, particularmente en los consejos comunitarios, era agotadora, pues las pasaba al tablero constantemente. “Los asesores armaban un dossier con toda la información, pero uno tenía que estudiarla de memoria”, cuenta Cecilia Rodríguez, ex ministra de Ambiente. Sin embargo, no faltaron momentos de angustia, como el día que le preguntó todos los subsidios que se habían entregado en Girardot hasta la fecha. “Cundinamarca tiene 116 municipios y a mi cartera le tocaba vivienda, medio ambiente y aguas, ese día casi me muero!”, se ríe Rodríguez.

Además de las preguntas a quemarropa, que las obligaban a mantenerse preparadas las 24 horas y los siete días, cada una tiene memoria de llamadas a cualquier hora para pedir datos de municipios alejados, soluciones a problemas imprevistos y viajes de largas horas en domingos y días de fiesta. Todo siempre permeado por la camaradería y el trabajo en equipo. “Creo que lo mejor de que fuéramos tantas mujeres era precisamente la cooperación en el trabajo. Por ejemplo, el trabajo por Señal Colombia entre Cultura, Comunicaciones (Marta Pinto) y Educación (Cecilia María Vélez), da cuenta de ello. Lo mismo con el Plan Fronteras entre la Cancillería (Carolina Barco) y Defensa (Martha Lucía Ramírez)”, afirma María Consuelo Araújo, ex ministra de Cultura y de Relaciones Exteriores.

En el despacho de la ministra de Cultura, Paula Marcela Moreno, anfitriona de este memorable encuentro, las risas no se hicieron esperar. Muchas tenían tiempo de no verse, recordaron momentos y preguntaron por sus vidas. Hablaron de temas que fueron candentes durante el Gobierno, de los huesos más duros de roer: el Congreso de la República y la prensa; y de sus familias. “Cuando me preguntan qué hago, digo feliz que nada. En realidad ahora estoy en mi casa, cuido a mis hijos, nietos y marido. Lo que no hice en 35 años”, afirma sonriente Elvira Cuervo, quien antes del Ministerio lideró la transformación del Museo Nacional.

El caso contrario es el de Cecilia María Vélez, la única que duró tanto como el Presidente: “Ya ni me acuerdo cómo era la vida antes de esto. No sé qué fue lo mejor ni lo peor”, dice Cecilia María con el humor negro que la caracteriza. Paula Marcela Moreno, la más joven de todas, afirma que el reto más grande ha sido ejercer autoridad sin perder la feminidad. “Eché mano del liderazgo maternal para no perderme entre el poder, la autoridad y los compromisos”. No paran de recordar las dificultades y los retos de su vida de ministras: Sandra Suárez habla de la resistencia de ciertos sectores ambientalistas y del manejo que había que darles; María del Rosario Guerra afirma que sea como fuere, la experiencia fue excepcional, pero se despide rápidamente después de hacer la foto, pues tiene compromisos, al igual que Marta Lucía Ramírez.

Las que se quedan un rato más en el despacho, brindan con champaña por los días que pasaron y los retos que vienen, al fin y al cabo están en sus mejores años y tienen grandes proyectos por delante. La alegría, el desenfado, la gratitud y un liderazgo natural son los elementos que se evidencian en estas mujeres capaces de hacer historia.

En tres preguntas

1 ¿Qué le aportó a su vida esta experiencia?

2 ¿Qué fue lo mejor y lo más duro de trabajar con el presidente Álvaro Uribe?

3 ¿Cuál fue el toque femenino que le puso

Elvira Cuervo de Jaramillo

Ministra de Cultura (2006-2007)

1. Después de servir por más de 30 años en el sector público, el mayor honor para mí, fue haber trabajado junto al Presidente Uribe. Durante ese período, por supuesto, la vida me cambió radicalmente. Trabajé más que nunca, viajé y recibí una intensa información sobre todos los aspectos del país. Hoy en día retirada de toda responsabilidad, continúo siendo la misma mujer del montón: sencilla y agradecida.

2. Lo mejor es ver cómo su memoria y sus conocimientos son infinitos y desconcertantes. Lo más duro de trabajar con él es su alta exigencia de cumplimiento en las metas que se fijan y su permanente interés en conocer cifras que hay que suministrar de inmediato.

3. Tal vez la alegría de las oficinas que ocupé, las flores, fotos de mi familia y libros, y la calidez con las personas que hicieron parte del equipo. Ocupar la cartera de cultura fue para mí la culminación de una carrera que ejercí impecablemente con la clara y única intención de servir a Colombia.

María Consuelo Araújo Castro

Ministra de Cultura (2002-2006)

Ministra de Relaciones Exteriores (2006-2007)

1. Mi manera de ver el servicio público se enriqueció por el profundo conocimiento del país. Aprendí el verdadero sentido de lo multicultural y que la única manera de construir una nación incluyente es hacerlo desde las regiones.

2. Lo mejor fue aprender a trabajar bajo la presión de los resultados y el sentido de urgencia. Lo más duro, en cambio, no tener tiempo para mi familia y en particular para mi hija Susana, que acababa de nacer en ese momento.

3. Todo lo hice con alegría que, más que femenino, es mi toque personal. Conformé equipos inspirados en servir a Colombia que entendieron que, a pesar de la presión y la búsqueda de excelencia, se puede trabajar con entrega y buena voluntad.

Paula Marcela Moreno

Ministra de Cultura (2007-2010)

1. Pasar de ser totalmente anónima a ser un personaje público fue un cambio drástico. Tantas responsabilidades y dirigir un equipo de trabajo tan grande fue un entrenamiento intensivo de servicio, perseverancia y dedicación.

2. Lo mejor es su vocación de servicio y la capacidad de hacer los problemas de los otros propios. Yo le aprendí mucho en silencio. Desde que uno tenga un diálogo directo con él, no me parece tan dura la gestión.

3. Me parece que el toque está en no desdibujarse en las acciones. Parte del reto fue mantener la autoridad sin perder la feminidad, dando espacio a las emociones.

Carolina Barco

Ministra de Relaciones Exteriores (2002-2010)

1. Trabajar con el presidente Uribe ha sido un privilegio y una lección de vida. Además del inmenso honor de representar al país. Lo más extraordinario es haber participado en la transformación de Colombia.

2. Lo mejor, poder ser parte del proyecto de gobierno del presidente Uribe desde el inicio. Lo más duro, encontrarme las posiciones distorsionadas y falsas sobre Colombia. Es muy frustrante sentir la gran distancia entre la percepción y la realidad.

3. Mi estilo ha sido de conciliación y concertación. Estoy convencida de que el diálogo y la comprensión logran los mejores resultados.


Cecilia Rodríguez González-Rubio

Ministra de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial 2002-2004

1. Pude ver todo lo que hace falta para que en Colombia sea posible el desarrollo, la generación de riqueza en armonía con la naturaleza, dos visiones enfrentadas pudiendo encontrar caminos de entendimiento. Me cambió tanto la vida que me he dedicado a integrar desarrollo y conservación. La Revista ambiental Catorce 6 que creamos hace 3 años, es hija de ese compromiso.

2. Lo mejor es su compromiso con el país llevado al extremo, gratificante, bellisimo. Lo más duro: las muy pocas horas de sueño y el poco tiempo para mí y mi familia.

3. Las mujeres somos conscientes que los débiles deben ir primero, y que para ser más eficaces nos debemos apoyar en otros, conformar equipos y confiar en ellos, así como en la ciudadanía.

Cecilia María Vélez White

Ministra de Educación 2002- 2010

1. La vida me cambió a partir del 1998 cuando fui nombrada Secretaria de Educación del Distrito. Esta experiencia me demostró que era posible un cambio de las instituciones, lo que corroboré en mi experiencia como Ministra.

2. Lo mejor de trabajar con Álvaro Uribe es el liderazgo, la exigencia y el interés por todo. Estas tres cosas también han sido las más duras.

3. Mi toque personal ha sido, probablemente, el interés por los cambios institucionales. Es posible que las mujeres nos interesemos más por estas transformaciones menos visibles pero no por esto menos profundas.

Sandra Suárez

Ministra de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial 2004-2006

1. Pude conocer de cerca mi país y todo su potencial, comprender las necesidades de los colombianos y adquirir un compromiso de buscar desde el sector público o privado la manera de servirle a Colombia.

2. Valoro inmensamente haber trabajado con un líder como Álvaro Uribe. Su conocimiento de los temas nacionales y sectoriales implicó un gran reto para todos y un alto nivel de exigencia. Lo más duro, en ocasiones, era el ritmo, pues no había lugar para nada diferente al trabajo.

3. Hablaría más del toque personal que femenino. Llegué con una visión gerencial para afrontar las metas y los retos. Con los equipos técnicos, construimos un plan de acción y obtuvimos resultados visibles. Siempre orientados por la visión del desarrollo sostenible y por una alta participación de las mujeres, superior al 50%, en los cargos de responsabilidad.

María del Rosario Guerra

Ministra Tecnologías de la Información y las Comunicaciones 2006 a 2010

1. La vida me la enriqueció con el mayor conocimiento del país y sus gentes, aumentó mi compromiso con el bienestar de los colombianos y el desarrollo de las regiones. Además, me volví más reflexiva, prudente y exigente.

2. Lo mejor fue trabajar con un gran maestro como el Presidente Uribe, le aprendía todos los días, en especial a rendir cuentas de las decisiones y acciones públicas. Lo más duro fue ajustarme a su manejo del tiempo algo desorganizado.

3. Atender con amabilidad, eficiencia y firmeza a todas las personas que lo requerían; con conciencia de que estábamos para servir y no para ser servidos. Promovía entre mi equipo el respeto, y que recibieran muy bien a las personas, pues una sonrisa logra más que un grito.

Marta Pinto de De Hart

Ministra de Telecomunicaciones (2002-2006)

1. Mi vida cambió… y mucho! Aprendí que el servicio público es una maravillosa oportunidad de transformar la realidad de miles de personas y de crecer, siempre que se ejerza con eficiencia y probidad. Fue un honor servirle a mi país y a mi departamento Santander.

2. La experiencia fue muy gratificante por ese inmenso amor con que el Presidente trabajaba por el país, por su trato cálido, su sabia dirección, la gran confianza que me dispensó y las enormes responsabilidades que me delegó.

3.Me sentí muy honrada con la expresión de mi Viceministro Germán González al referirse al estilo femenino para dirigir al equipo: un balance entre experiencia, ternura y autoridad.

Martha Lucía Ramirez

Ministra de Defensa 2002-2004

1. Mi vida cambió definitivamente porque entendí la necesidad de trabajar desde el escenario político para lograr que el Estado de manera integral, apoye la labor de nuestros militares y policías. Por esto dejé mi condición de tecnócrata y me metí a la política electoral, en 2006, desde el Congreso de la República.

2. Lo mejor, haber conocido de cerca las instituciones militares y de policía, entender el espíritu de nuestros soldados y su compromiso. Haber contribuido en el diseño e implementación de la Política de Seguridad Democrática que con tanto éxito ha aplicado éste gobierno. En cuanto a lo peor, trato en mi vida de no recordar malos momentos, la verdad fueron muy pocos.

3. Dos días a la semana iba a visitar a los soldados heridos, llevé a mi hija y a sus compañeros a que dictaran clases de inglés, y armamos clubes de lectura. Esta trágica situación hizo que creara la Fundación Tejido Humano con empresarios y amigos.

Por Sara Araújo

Sigue a Cromos en WhatsApp
Este sitio usa cookies. En caso de seguir navegando se entenderá que usted ha otorgado una autorización mediante una manifestación inequívoca para su uso
Aceptar