Foto: Getty
A la hora de maquillarnos, uno de los grandes retos es que la piel quede como de porcelana, después de aplicar la base. El principal objetivo es que nuestro rostro se vea liso, de color uniforme y, sobre todo, fresco.
Para esto se crearon las esponjas difuminadoras, que han revolucionado el mercado. Por lo general, tienen la forma de una enorme gota de agua, son elaboradas con un material poroso y han adquirido popularidad en todo el mundo. Las usan desde principiantes hasta maquilladores profesionales. ¿Cuál es su gracia?
A diferencia de las brochas con cerdas, estas esponjas no se marcan en la piel y, como no tienen bordes, logran una aplicación uniforme y dan la posibilidad de que usted controle el acabado. Cuanto más humedecidas estén, más ligera será la cobertura que proporcionarán.
La primera esponja difuminadora fue la Beauty Blender, pensada para utilizar la menor cantidad posible de producto y así evitar que el maquillaje quedara recargado.
En la actualidad, se encuentran muchas otras opciones, como la esponja biselada, de Real Techniques, que no tiene forma de huevo. Esta, por el contrario, cuenta con una base plana que se utiliza para cubrir las áreas más anchas de la cara.
También está la Urban Beauty United, con un diseño en forma de pera, que facilita el agarre. Es ideal si está empezando en el mundo del maquillaje.
Además de encontrarla en diferentes formas, también existen varios tamaños. Con la más tradicional, usted podrá hacer lo que quiera. La mediana es ideal para el rubor, las cremas que unifican el color de la piel y las hidratantes. La pequeña es perfecta para hacer los contornos y aplicar el corrector de ojeras e imperfecciones.
No hay un orden para usarlas, la única recomendación es que los productos que utilice sean cremosos para que la esponja pueda hacer su trabajo correctamente. Tiene la alternativa de ubicar el maquillaje en la herramienta o, si lo prefiere, directamente en la piel.
Beneficios:
1. No absorbe demasiado producto.
2. Con una sola esponja puede trabajar todo su rostro.
3. Se ajusta a cualquier producto líquido o cremoso.
4. Es maravillosa para mezclar productos como si fuera una profesional.
5.No deja marcas o líneas cuando esparce el maquillaje.
Datos claves:
A. Las espumas más sofisticadas cuestan desde $60.000 en adelante. Hay otras desde $10.000.
B. Es ideal para poner los correctores, porque lo difumina muy bien y la piel no queda pesada.
C. Se recomienda lavarla tras cada uso para prolongar su duración y evitar la proliferación de bacterias.
D. Se debe cambiar cuando los poros de la esponja estén abiertos y el agua se quede adentro aunque la exprima.
E. Si se aplicó demasiado producto, retírelo con la parte limpia, no afectará el resto de su maquillaje.