Los puntos si van con las rayas

Si se pasa un día por alguna de las coloridas plazas de mercado del país, no resultará difícil encontrar mujeres campesinas que en un solo atuendo lleven una falda de flores, una camisa a rayas y un saco verde que contrasta con las pepas rojas de su delantal. Si bien es cierto que tal desprevención —y habría que decir perfección— al momento de elegir y combinar unos estampados le resulte muy difícil a la gente más urbana, que tiene estrictamente educado el gusto y que ha crecido con la sentencia de que los puntos no se mezclan con las flores y que un estampado nunca se combina con otro, lo cierto es que desde las pasarelas de Nueva York, diseñadores como Vera Wang, Ann Sui y Marc Jacobs invitan a las mujeres a comportarse frente a su ropero con la libertad de aquella campesina que rompe reglas de forma espontánea. Aunque a los más canónicos les suene extraño, la consigna para esta temporada es: si la prenda no combina, mejor.

Muchos creen que esto se trata de una tendencia bohemia y hay que anticipar que aunque hay mucho de eso, esta mezcolanza que rompe la disciplina histórica entre rayas y puntos la han lucido con garbo y vanguardia personalidades del gusto como Michelle Obama. Una falda azul oscura de pequeños cuadros, una blusa con flores grandes negras y luego un saco blanco con otros tipo de estampado, combinación que la primera dama usó el 4 de abril de este año en un evento de caridad, se convierten en el mejor ejemplo de que por estos días incluso la elegancia luce algo más desordenada. “Para mí, mezclar elementos contradictorios origina la combinación más interesante y exitosa”, asegura la diseñadora de Gucci, Frida Gianinni, amante de esta tendencia.

Así que estas jovencitas que llevan tops de leopardos y faldas de rosas, las mujeres ejecutivas que deciden ponerse suéteres a cuadros y usan en el mismo traje botines con estampados de zebra, o las actrices que eligen una blusa de seda roja con minúsculos garabatos para luego combinarla con una falda escocesas, hacen en realidad parte del revivir de ese look folclórico (folk) que nació a finales de los 60 y que encontró en los atuendos típicos de lugares como Latinoamérica o África inspiración para aquellos que buscaban algo diferente a lo que la industria norteamericana imponía.

Este es un revivir que se debe en parte al boom de las tiendas vintage, o lo que es lo mismo, tiendas de prendas de segunda mano, que han conquistado a las nuevas generaciones y han hecho que los diseñadores sucumban a los aires retros. “El Folk en EE. UU. fue un vehículo para expresar la crítica y el descontento con la sociedad establecida y muy especialmente con la guerra de Vietnam, prueba de ello eran las reivindicativas letras de sus dos máximos exponentes en ese momento: Joan Baez y el propio Bob Dylan”, explica el más reciente informe de tendencias de Loreal. Es ese espíritu transgresor, independiente, quizás inconforme el que se apodera del clóset en esta temporada .

Así, Roberto Cavalli en la pasarela apelará a las mujeres para que “busquen su propio sentido interno de magnetismo animal” para elegir un estampado de leopardo. Jacqueline Krafka y Riccardo Tisci, por su parte, después de ver a la actriz francesa Audrey Tautou en su rol de Coco Chanel seducirán a las mujeres para que usen blusas a rayas, inspiradas en los marineros franceses. Y así esta demanda de texturas mezclada con las flores propias de la primavera dará origen a una moda alborotada que luce más desprevenida, y mucho más real.

Cómo mezclar estampados:

Como de lo que se trata es de lucir innovadora, arriesgada, y original, y no desatinada o empayasada, aquí van algunos asuntos a considerar para hacer una acertada mezcla:

Pueden usar un estampado dramático y llamativo con uno más pequeño. Es mucho mejor cuando el estampado más discreto se usa en la prenda inferior.

Otro de los grandes secretos para mezclar texturas y no fallar en el intento es tratar de buscar colores similares. Cuando se mezclan dos estampados, lo mejor será buscar que el color dominante en una de las prendas se repita en la otra. Las prendas estampadas en blanco y negro son más fáciles de combinar con otras gamas de colores.

Usar un cinturón para separar los dos estampados o llevar un blazer de un color plano para juntar todo, resulta muy efectivo.