Mariana Pajón: “Ser mujer nos da un poder extra”
Profesión: Bicicrosista.
Lugar de nacimiento: Medellín.
Edad: 24 años.
Es la mujer más ganadora en la historia del país. Tiene 17 títulos mundiales y un oro olímpico que la consagró como la reina del BMX en el mundo. Este año, pleno de competencias, tuvo de todo. Muchas millas recorridas, jornadas extenuantes de entrenamiento, nervios, medallas y algunas caídas.
Ganó su primer título del año en abril, en la Copa Mundo UCI de Supercross en Inglaterra. En mayo, repitió doblete de oro en la Copa mundial en Holanda. Siguió en julio, en los XVII Juegos Panamericanos de Toronto, donde ganó la prueba Time Trials, pero perdió el oro por una una caída que la dejó fuera de competencia. Pero como es ella, se recuperó y ganó oro en la Copa Mundo en Bélgica, aunque perdió la contrarreloj por otra caída. La revacha le llegó en Argentina, donde ganó dos medallas en la Copa Mundo y recuperó el primer puesto del ranking mundial: Su sitio natural.
La temporada siguió en Estados Unidos, donde ganó 24 medallas de oro en total, en Río de Janeiro y culminó con el título del II Campeonato Internacional de Armenia. Y diciembre fue un mes redondo. Acaba de ganar dos certámenes en Francia, —la Copa de las Naciones y el Indoor BMX—. En ambos sumó puntos para los Olímpicos de Río, el próximo año. Pero el gran desafío de Mariana estaría en los Juegos Nacionales, unas justas que no había conquistado porque el BMX femenino no estaba registrado. Y como era de esperarse marcó un nuevo récord y ganó dos medallas de oro.
Pero sus satisfacciones no se traducen solo en medallas. En octubre pasado, justo para su cumpleaños, inauguró la pista que lleva su nombre, la única de tipo olímpico en Colombia. Y este año fue nombrada ‘Campeona de la paz y el Desarrollo Sostenible’ por el PNUD. Mariana cree que ser mujer le ha dado ventajas porque tiene fuerza y sensibilidad. “Ser mujer es especial y un reto grande en algunos ámbitos. Yo creo que los tiempos han cambiado y ahora nos podemos abrir puertas gracias a que todo lo hacemos con el corazón”.
Está convencida de que se trata de confianza, de creer que se puede. Una consigna que le gusta defender porque fue algo que se propuso desde el principio. Siendo pequeña aprendió a ver al hombre como igual, como alguien a quien no solamente podía enfrentarse deportivamente sino también a quien podía superar.
“Vivir rodeada de hombres me ayuda a subir mi nivel. Aprendí que si ellos lo podían hacer, yo también podía hacerlo. Siempre traté de montar en bicicrós, como lo hacen los hombres y eso no me hace ser menos mujer. Yo me pongo un casco, me lo quito y sigo siendo la misma Mariana, una mujer que se maquilla para competir, pero que es agresiva. Esa es la ventaja más grande, poder transformarse, pero al mismo tiempo, nunca olvidar que soy una mujer, eso nos da un poder extra”.
Foto: oficina de prensa Mariana Pajón.