¡No sabía que estaba embarazada!
Luego de las fiestas de fin de año 2015 en Cali, Catalina Montaña regresó a Bogotá y comenzó a sentirse cansada y empezó a notar algo extraño en las articulaciones.Después de un chequeo médico y algunos exámenes, su médico le dijo: ‘Es lo que sospeché: ¡estás embarazada’. “No lo podía creer. Empecé a temblar. No había subido de peso, no tenía la barriga de una mujer gestante y tampoco sentí los típicos síntomas de esa etapa”, relata ella.
Las sorpresas no pararon. Ella llamó, inmediatamente, a Fernando, su novio para darle la noticia. Él se puso feliz. Sin perder más tiempo, le practicaron una ecografía y descubrieron que tenía seis meses de embarazo. “En solo un día me enteré de que esperaba un bebé, que tenía seis meses de embarazo y que sería un niño. Aunque sentí una alegría inmensa cuando empecé a ver por el monitor su cabecita y su cuerpecito, no podía dejar de pensar en todas las cosas que hice mal: había planificado durante todo ese tiempo con una inyección de muy alta carga hormonal, había tomado antibióticos y analgésicos, tomé alcohol en varias oportunidades, no hacía ejercicio y no cuidaba la alimentación”.
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El embarazo más corto del mundo
Así, se llenó de valor hasta el 4 de mayo de 2015, día en que el pequeño Juan Fernando nació. “Fueron doce horas de trabajo de parto. Cuando di a luz, pusieron al bebé en mi pecho y empecé a contarle sus deditos. El doctor confirmó que mi hijo estaba en perfectas condiciones. Yo solo podía darle gracias a Dios. Todos me decían que me preparara porque jamás volvería a dormir. Sin embargo, esa noche fue la primera vez, en todo el embarazo, que volví a soñar y a descansar en paz”.
Hoy, como si se tratara de un milagro de la vida, Juan Fernando es un niño completamente sano, feliz y muy inteligente. Todos sus controles y exámenes han sido favorables. A sus diez meses, está dando los primeros pasos, y cada día sorprende a su mamá y a su papá con nuevas conquistas, travesuras y actos llenos de ternura.
Foto: iStock - Archivo El Espectador.