¿Por qué las mujeres no lubrican?

Casi a diario Guillermo Sánchez, un reconocido ginecólogo y sexólogo de la Clínica El Country en Bogotá, atiende pacientes que acuden a su consultorio un tanto avergonzadas y angustiadas porque sienten un intenso dolor cada vez que tienen una relación sexual, que les impide disfrutar de ese momento íntimo en pareja. La mayoría de ellas ha sufrido esta molestia durante meses, creyendo que era cuestión de tiempo para que desapareciera, y otras simplemente optaron por ocultar su situación por miedo a descubrir que se trataba del comienzo de una grave enfermedad.

Este dolor pélvico recibe el nombre de dispaurenia y es un claro indicador de que la persona puede estar sufriendo de una infección vaginal o urinaria, quistes en los ovarios, hemorroides o problemas de lubricación. Este último se ha convertido en un síntoma común entre las mujeres, al que por lo general no se le presta la atención necesaria. Según el sexólogo Octavio Giraldo, existen múltiples razones que contribuyen a que las mujeres tengan dificultades para lubricar. Una de las más frecuentes es la falta de estimulación y juego sexual.

“Cuando la pareja se apresura creyendo que la penetración es el objetivo y la culminación del acto, el afán inhibe la lubricación produciendo un roce doloroso”. Giraldo también explica que otras causas pueden estar relacionadas con problemas psicoafectivos o traumas, como los que experimentan las mujeres que son abusadas sexualmente, o factores fisiológicos como la insuficiencia hormonal o la inflamación de las paredes de la vagina debido a una infección.

Rossella Nappi, especialista del Centro de Investigación de Medicina Reproductiva de la Fundación Salvatore Maugeri, de la Universidad de Pavia (Italia), ha realizado múltiples estudios en los que intenta dar cuenta del impacto que tienen en la salud sexual femenina los problemas de lubricación. En sus investigaciones más recientes pudo establecer que una de cada tres mujeres experimenta sequedad vaginal y mucho dolor durante las relaciones sexuales, lo cual se ha traducido en una falta de interés por el sexo y en que no logran alcanzar un orgasmo y por tanto tener relaciones sexuales placenteras.

La dificultad para lubricar no se presenta en una edad en particular, aunque es más común durante la menopausia. Lo cierto es que los estudios sobre este tema han demostrado que la mayoría de mujeres en algún momento de su vida sexual experimentan esta molestia caracterizada por el dolor pélvico o dispaurenia. Afortunadamente existen en el mercado una gran variedad de productos para combatir el problema. Óvulos o geles lubricantes, de venta libre en supermercados y droguerías, alternativas orgánicas que se consiguen en tiendas naturistas y estrógenos locales medicados son algunas de las opciones más comunes. Sin embargo, es fundamental acudir al ginecólogo cuando se presentan los primeros síntomas, para encontrar el tratamiento más adecuado según cada caso.