Postales de belleza con Kathy Sáenz III: relajación
Estirar es descansar
Estirar el cuerpo en la comodidad de la cama es enviarle un mensaje de confort. Es dejar los músculos y los huesos en posición de descanso. Un gesto de cuidado para la espalda.
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1. Dobla las piernas y estira la espalda y el cuello, como si fueras a dar un saludo. Cuida bien los puntos de apoyo, con manos y rodillas firmes sobre el colchón.
2. Eleva tu cuerpo a la manera de una plancha, para estirar a placer manos, piernas y espalda. Aquí no se vale el esfuerzo físico. La idea es que sientas gusto y no cansancio.
3. Ahora, reposa el cuerpo, apoyada en los antebrazos. Estas rutinas son más breves, porque no se trata de agotar el cuerpo, si no de prepararlo para el descanso.
Lista para soñar
No se necesita más que almohadas para relajar el cuerpo y decirle al cerebro que llegó la hora de dormir. ¿Qué tal aplicar en la ropa de cama un spray relajante de verbena o lavanda?
2. Estirar la espalda y dejar la mente en blanco. No hay posición más relajada que esta. Las manos caen sin ningún tipo de peso en ellas. Abre y cierra las piernas.
3. Cierra los ojos y deja que la espalda reciba el estiramiento y descanso que le ofrecen las almohadas. La cabeza también se deja caer con suavidad, para permitirle un estado de relajación máximo.
Fotos: David Schwarz.