Nuestro bienestar, además de estar estrechamente relacionado con la salud y el deporte, suele vincularse con las finanzas. ¿Cómo saber cuál es la mejor opción para conseguir el estado físico que queremos y, al mismo tiempo, lograr que conviva en armonía con nuestro bolsillo?
Las opciones son numerosas, variadas e incluso gratuitas. Pero hay algo en lo que los expertos coinciden: no hay una única opción que se ajuste a todos. El presupuesto, la disponibilidad de tiempo, la edad y la condición física influyen en la elección ideal de cada quien. Estas condiciones serán el filtro para reducir el espectro de posibilidades.
Lo primero que habría que preguntarse es qué resultados queremos: ¿ser saludables?, ¿bajar de peso?, ¿aumentar la masa muscular? El doctor Mauricio Serrato, especialista en medicina deportiva, asegura que, de entrada, para reducir drásticamente las posibilidades de enfermar basta con cambiar algunos hábitos, como usar las escaleras en vez del ascensor, moverse a pie en vez de usar el carro, o estacionarlo lo más lejos posible.
Si el deseo de hacer ejercicio corresponde a razones estéticas o de diversión, Serrato recomienda no hacer deporte de la noche a la mañana si llevamos una vida sedentaria. “El siguiente paso es hacer más ejercicio. Se recomienda entrar a un programa de acondicionamiento o quizá empezar a trotar o montar en bicicleta”. Si la opción es el gimnasio —que empieza a incrementar el costo, con mensualidades que van de 70.000 pesos para arriba—, allí le ofrecerán opciones para aumentar, poco a poco, la fuerza y la resistencia.
Otra de las inversiones que exige el deporte es la ropa adecuada: blusas deportivas o pantalonetas que se pueden conseguir desde 30.000 o 40.000 pesos; pantalones deportivos o leggings que rondan los 80.000, y unos tenis adecuados que pueden ir de $200.000 hasta por encima del medio millón de pesos.
Si nos enfocamos en actividades que requieren accesorios, como pilates o yoga —actividades con un componente mental y espiritual—, necesitaremos elementos como una estera, que puede costar 40.000 o superar los 200.000; un balón especial, que es posible conseguir en 30.000, pero también por encima de los $100.000, o aros, que rondan los 60.000. No está de más buscar paquetes que ofrezcan promociones. El rango de costos es tan amplio que por $40.000 es posible encontrar una mensualidad o solo una clase, y son actividades que se pueden hacer en la casa y que incluso los niños pueden practicar.
Pero supongamos que queremos resultados más rápidos, y que hay dinero para invertir. El crossfit, sin duda, es la tendencia que más fuerza ha tomado en los últimos años. No obstante, su nivel de exigencia, tanto física como económica, es mucho más elevada. “Este tipo de actividades extremas dejémoslas para la última etapa del entrenamiento”, recomienda el doctor Serrato. Es decir, cuando ya estemos acondicionados y acostumbrados a hacer ejercicio con frecuencia.
Gira Fitness es una empresa de Barranquilla dedicada a traer tendencias de entrenamiento enfocadas en el baile y el crossfit. Su mensualidad puede rondar los $350.000. Walter Sara, su gerente comercial, asegura que la propuesta ha gustado porque es dinámica y efectiva: “La persona se exige al máximo por tiempos cortos y en varias estaciones. Puedo hacer lagartijas, sentadillas y luego abdominales. Son ciclos rápidos, pero no es barato. Las personas creen que es solo hacer ejercicio, pero hay que complementarlo con alimentación”, en la que se pueden ir unos 300.000 o 400.000 pesos más.
Por último, otra de las tendencias es hacer zumba. Así como se puede practicar en grupo o en un centro de entrenamiento, hay clases personalizadas. “Las personas, por las dificultades a la hora de desplazarse, prefieren que el profesor vaya a la casa. Pagan entre 80.000 y 100.000, dependiendo de la cantidad de veces a la semana y las personas en el grupo”, explica Sara. Sin duda, es una práctica divertida y adecuada para quienes disfrutan mover el esqueleto con ritmos musicales latinos. También está disponible en DVD desde 25 dólares.
Y no hay que olvidar las opciones gratuitas. Usar la casa como gimnasio, salir al parque o buscar al entrenador Fausto Murillo en Youtube y hacer una de sus rutinas en la sala. En Bogotá, por ejemplo, cada domingo se instala la Ciclovía para correr, trotar, caminar, patinar o montar en bicicleta, y con frecuencia se realizan carreras, como la media maratón, la de Avianca o la de la mujer. De hecho, el Distrito acaba de crear un club de atletismo para preparar a los ciudadanos interesados en competir. Para estar bien y en forma, el dinero no puede ser una excusa.
Qué quiero y cuánto voy a invertir
- Lo primero que hay que preguntarse es qué resultados queremos: ¿estar saludable?, ¿bajar de peso? ¿O ganar musculatura?
- Prácticas como el Crossfit se promocionan con elementos como el vestuario y la alimentación. El primer mes puede requerir una inversión de hasta un millón de pesos.
- No hay que olvidar las opciones gratuitas que ofrecen las ciudades, como la Ciclovía en Bogotá o las carreras y actividades al aire libre organizadas por las alcaldías.
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