
Siempre ten una cara amable
Es muy importante que mires la vida con actitud positiva, no importan los altibajos que tengas que atravesar para entender que tus emociones hacen parte de la simpleza. Tu estado de ánimo hará que te veas mucho más interesante, con más potencial y sobretodo con una energía envidiable. No tengas miedo de sonreír, mézclalo con baile, canto, saltos, no sabes los efectos que esto trae para tu vitalidad.
Camina derecha
La kinésica es fundamental en la forma como te ven los demás. Aunque no lo creas tu lenguaje corporal dice mucho de ti. Caminar con actitud, con la espalda recta y con convencimiento, hace que el cansancio mental y físico disminuyan, de tal manera que tus pensamientos van a ser más acertados y tus metas serán alcanzadas más fácilmente.
No te estreses
Ponle buena actitud a todo lo que hagas, con tu pareja, tus amigos y tus familiares. La seguridad está en la cara que le pones a las cosas, aprende a manejar tus emociones, no dejes que te dominen y asume las cosas con serenidad y tranquilidad. El estrés no conduce a ningún camino bueno.
Si en algún momento sientes que se apodera de ti, respira, apártate y toma decisiones. Es mejor ser racional antes que emocional y elevada.
Acéptate
Ponte desafíos que te permitan identificar las cosas en las que debes trabajar para ser una mejor persona, no para el mundo, sino para ti. Al principio es un hábito que te va a costar, sin embargo, cuando aprendas a recoger los frutos, te vas a dar cuenta que amarte tal y como eres te abrirá muchas puertas a la felicidad. El respeto y la confianza en ti son claves para el entendimiento con los demás.
Proyéctate
Todo lo que creas puede ser real, la verdadera magia está en ti. Estimular tus neuronas te lleva a experimentar retos y desafíos que tal vez en algún momento no creíste lograr. Es el momento, tú eres quien te direcciona, no busques la solución en otros. Todo está en ti.
Foto: Istock.