Todo comienza con distención abdominal, flatulencia, episodios diarreicos, estreñimiento crónico, diarrea alternada con estreñimiento, fatiga, evacuación incompleta o malestar general en las primeras horas del día. Momentos previos, quien padece de estos síntomas seguramente experimentó ansiedad emocional, depresión y alguna carga de estrés. O, comió alimentos grasosos, leche entera, cebada, algunas frutas y verduras, cebolla, café o gaseosas, entre otros alimentos.
Estas molestias abdominales son la manifestación de lo que hoy se conoce como el síndrome del colon irritable, porque las terminaciones nerviosas del intestino grueso son hipersensitivas y los nervios que controlan los músculos de este órgano son hiperactivos. Éste problema lo padecen 6 de cada 10 colombianos y es la principal causa de consulta médica, además del segundo motivo de incapacidad laboral, después de la gripe.
Aunque no es algo grave, su tratamiento sí es todo un dolor de cabeza para los especialistas. “Es muy complejo tratar un trastorno del cual no se puede identificar la causa. Por lo general son pacientes desesperados y ansiosos en busca de una solución, suelen tener recaídas frecuentes y por eso prueban varios tratamientos”, explica el doctor Wilson Caro, cirujano gastrointestinal del Centro Médico Imbanaco de Cali.
Para detectar el problema es necesario descartar otras enfermedades de manifestación similar. El especialista realiza pruebas de sangre, orina y heces y estudios radiológicos del abdomen, entre otros tests, para hacer su diagnóstico. Una vez confirmado que se padece este mal, que recalcan los especialistas es más molesto que grave, se comienza a buscar los desencadenantes.
Especialistas han descubierto que el síndrome es más común en personas temerosas, que tratan de evitar conflictos y con alta necesidad de aprobación. Según explica el doctor Caro, “la persona con colon irritable es un paciente conflictivo”. Estos pacientes pocas veces siguen los tratamientos y se siente frustrados al no ver resultados inmediatos.
“Es fundamental propiciar conductas y hábitos de vida saludables como la actividad física, mantener una alimentación baja en grasas saturadas, pobre en hidratos de carbono y rica en fibras vegetales”, dice el especialista de Imbanaco. “El descanso, la diversión, la solución de dificultades emocionales aliviarán la intensidad de los síntomas”, receta.
La ayuda psicológica
Hay una explicación científica para este problema y se le conoce como el eje cerebro-intestino. Cuando el experto descarta las causas fisiológicas explora el cuadro psicológico del paciente. Cuando una persona no puede manejar situaciones de estrés que implican un grado de ansiedad o amenaza, el síndrome del colon irritable se dispara. En este momento es recomendable acudir al psicólogo porque:
- Detecta los factores desencadenantes del estrés.
- Ayuda a manejar los pensamientos, creencias y emociones.
- Encuentra conductas alternativas.
- Enseña métodos para manejar la ansiedad.
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