Él le propone ver una película, Irreversible para ser exactos, sí, la que puso en el ojo del huracán a Gaspar Noé por contener una escena de violación explícita. Ella le dice que no, que no quiere vomitar y que además ya la ha visto. Luego de un silencio en el que él se queda mirándola le expresa lo guapa que es y comienza a seducirla, ella ya sabe para dónde va la cosa y le deja claro que no tiene ganas. Sin embargo, al final sucede. Su explicación no vale a la hora de respetar lo que ella quiere en ese momento y termina satisfaciendo a su novio.
En dos minutos, la actriz francesa Chloé Fontaine relata un hecho que sucede muy a menudo en las relaciones de pareja. Ahora, ¿por qué debemos defendernos de un extraño en caso de que nos esté violentando y con nuestra pareja terminemos sediendo, así no estemos de acuerdo con sus deseos hormonales? Debemos hacer un alto y dejarlo claro, ellos deben respetar nuestra posición en todos lo ámbitos de la vida, incluso cuando queremos hacer o no el amor.
Y es que es una escena muy común, aunque muchas creamos que no. Fontaine lo descubrió tras una discusión que tuvo con una amiga. "Me contó que una noche, al volver a casa con su pareja, todo iba bien hasta que se fueron a la cama. Él quería hacer el amor, ella no. Se puso a insistir, más y más. Ella siguió diciéndole que no le apetecía. Y él insistía. Ella me dijo: 'Yo no quería nada pero era la única solución para que me dejara tranquila, ¿no?", confesó Fontaine a Verne. Pocos días después otra amiga le contó un caso similar y cuando Fontaine le sugirió que eso se llama violación, ella le contestó: "No puede ser una violación. Es mi novio". Entonces, empezó a buscar más testimonios y "desafortunadamente" no le costó encontrarlos.
De esta manera nació Je suis ordinaire, Soy ordinaria, protagonizada y dirigida por la misma Chloé Fontaine para denunciar un tema del que nadie habla, o hablaba aún. ¿Te ha pasado?