¿Te quejas todo el tiempo?

Son personas tóxicas 

Si bien es cierto que nunca están contentas con nada,  también utilizan la palabra “pero” para justificar cualquier comportamiento que medianamente atente contra las demás personas que tengan una relación con ella. Quejarse hace parte de no disfrutar de ninguna actividad cotidiana, y que se amarguen desde que abren los ojos hasta que los cierran. Su forma de ser en lugar de acercar, aleja, por lo que viven en constante soledad.   

Vuelven todo negativo

Estas personas tienen la característica de nunca estar contentas con nada de lo que pasa a su alrededor. Pueden tener todo a su alcance y sin embargo se quejan porque sale bien o sale mal. Aunque tienen soluciones para todos sus problemas, el papel de víctimas les queda muy bien, por lo que nunca están dispuestas a pensar con cabeza fría, lo que realmente les importa es tener protagonismo en todo. 

No aceptan cambios

Un comportamiento habitual de estas personas es que huyen de la palabra “aceptación”, no está contemplada en sus diccionarios y por lo tanto la intolerancia hace parte de su cotidiano vivir. Modificar sus conductas no les parece funcional, así que si las cosas no salen como ellas quieren se convierten en seres insoportables y poco agradables para la sociedad. 

Son infelices

Su mala energía y sus comportamientos negativos todo el tiempo repercuten en la forma en cómo ven el mundo. Recordar que la gente puede convertirse en un espejo de nosotros mismos debería marcar puntos importantes de socialización con los demás. El problema no son los otros, radica en no apreciar ni valorar lo que los demás tienen para ofrecerles, por lo que siempre intentarán buscar algún aspecto negativo para entrar en conflicto con ellas.