Pasar el trapero debería ser suficiente para dejar el suelo impecable, pero muchas veces ocurre lo contrario: el piso queda pegajoso y con sensación de suciedad. Esto se debe a una combinación de factores como el exceso de producto, residuos de azúcar, grasa y una mala técnica de limpieza.
Los restos de comida, los derrames de refrescos y hasta el uso incorrecto de limpiadores pueden hacer que la superficie luzca opaca y desagradable al tacto. Sin embargo, con el método correcto, es posible eliminar esa sensación pegajosa sin esfuerzo extra.
Sigue a Cromos en WhatsAppEl truco definitivo para limpiar el piso sin que quede pegajoso
La clave está en el uso de tres elementos esenciales: agua caliente, amoniaco y vinagre blanco. Sigue este paso a paso y dile adiós al suelo pegajoso de una vez por todas:
- Agua caliente y jabón adecuado: llena un cubo con agua caliente, ya que esta disuelve mejor la suciedad. Añade un limpiador específico según el material de tu piso (madera, mármol, cerámica, etc.).
- Limpieza profunda con trapero: pasa el trapero bien escurrido, asegurándote de cubrir toda la superficie. Si el suelo sigue pegajoso, es momento de un refuerzo.
- Amoniaco para eliminar residuos: cambia el agua del cubo y agrégale medio vaso de amoniaco doméstico (100 ml). Esta solución descompone restos pegajosos y grasa incrustada. Vuelve a fregar la zona afectada.
- Vinagre blanco para neutralizar: retira el agua con amoniaco y enjuaga el cubo. Luego, mezcla agua caliente con medio vaso de vinagre blanco y pásalo sobre el piso. Este paso elimina residuos de jabón, desinfecta y deja un acabado brillante.
- Secado natural: deja que el suelo se seque al aire libre sin pisarlo. En minutos notarás que el pegoteo ha desaparecido por completo.

El vinagre blanco siempre será un gran aliado en la lucha de mantener limpios los pisos de tu casa.
Trucos adicionales para evitar suelos pegajosos
Si bien este método es infalible, hay algunos tips extra para mantener el piso en perfectas condiciones:
- Menos es más: no uses demasiado detergente, ya que deja residuos que atrapan la suciedad y generan la sensación pegajosa.
- Cuidado con la madera: no permitas que se humedezca en exceso, ya que el agua acumulada puede deformarla.
- Limpieza inmediata: si algo pegajoso cae al suelo (refrescos, helado, salsas), límpialo de inmediato con un paño húmedo y detergente neutro.
- Usa un trapero adecuado: un trapero de microfibra o algodón ayuda a absorber mejor la suciedad y evita que queden restos de producto.
- Mantenimiento con vinagre: una vez a la semana, agrega un poco de vinagre al agua de limpieza para evitar acumulaciones pegajosas.
Un truco extra para manchas difíciles
Si la zona pegajosa es pequeña y localizada, un spray lubricante puede ser la solución. Aplica un poco sobre la mancha y deja actuar unos minutos. Luego, frota con un paño limpio y, si es necesario, usa una rasqueta con cuidado para levantar la suciedad sin dañar el piso. Finalmente, limpia la superficie con un poco de agua y jabón para eliminar residuos del lubricante.
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La clave está en la técnica, no en más productos
El error más común al limpiar un piso pegajoso es añadir más detergente o fregar repetidamente sin enjuagar bien. La combinación de agua caliente, amoniaco y vinagre garantiza una limpieza profunda sin dejar residuos. Con estos trucos, no solo se eliminan las manchas difíciles, sino que el suelo recupera su brillo natural y se mantiene limpio por más tiempo.
La próxima vez que el piso se sienta pegajoso, en lugar de desesperarse, siga estos pasos y disfrute de un suelo impecable sin esfuerzo extra. Manos a la obra.
