¿Tu pareja sufre de mamitis?

Si en la relación, tu suegra lleva la ‘batuta’, es el momento de hablar con tu pareja, evaluar sus límites y fortalecer la capacidad de decisión y autonomía.

Siguen siendo frecuentes las historias de hombres y mujeres que, en la adultez, no logran cortar el ‘cordón umbilical’ con su madre: todo se lo consultan, no toman decisiones y, a veces, se sienten culpables, si su mamá no se entera de lo que hacen. Si esto ocurre con tu pareja, es posible que esta situación afecte la relación.

Para la psicóloga Tatiana Barreto, este vínculo de dependencia con la madre puede ocurrir, porque él o ella no ha desarrollado plenamente su capacidad de autodeterminación y se siente incapaz de gobernar su propio hogar según sus reglas, muchas veces por el temor de equivocarse. “La persona muestra una filiación sobrevalorada con su familia de origen, porque siente que, en realidad, es allí a donde pertenece y que está, de alguna manera, en préstamo en el hogar que ha formado”, explica.

No establecer límites puede convertirse en un elemento de discordia y de rivalidad, lo que crea sentimientos de celos e inseguridad frente a la pareja. Según la sexóloga Flavia dos Santos, esta relación de dependencia con los padres no solo afecta la confianza, la toma de decisiones, y las metas de la pareja.

¿Cómo romper con la dependencia?

1. Recuerda que cada relación se construye poco a poco. Por eso, genera espacios de diálogo con tu pareja y analicen qué significan para los dos el hogar, la independencia, la toma de decisiones y la planeación. Al tener metas claras y medibles, es más factible que los padres no se entrometan en sus decisiones.

2. Ayuda a tu pareja, con pequeños actos, a fortalecer su autodeterminación y empoderamiento con su nuevo rol dentro del hogar. Hablen,abiertamente, de la importancia de tener límites y reglas propias. No olvides que, al ganar confianza y seguridad en su proyecto de familia, le transmitirán a los demás una sana barrera que informa que “lo que está bien hay que dejarlo bien”.

3. Evita ponerlo(a) constantemente contra la pared. Esto solo aumentará la tensión y disminuirá su capacidad de acción. Promueve un espacio de comodidad y seguridad dentro del hogar.

4. Ayuda a tu pareja a entender que, aunque cada uno tiene sus intereses personales, ahora construyen una historia compartida, en la que seguirá presente la voz de la familia de cada uno, pero solo ustedes serán quienes tomen las decisiones sobre su relación, sus reglas y métodos de crianza.

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