Luego, con Willian Henry Perkin en 1856 -quien descubrió por accidente la primera tintura sintética-, se abriría la puerta a la locura de las casas maquilladoras por conquistar un rojo intenso que acentuara esas carnosidades en donde mejor se abriga la seducción. Las maltratadas mujeres de la Segunda Guerra Mundial descubrían, por su parte, que llevar los labios pintados, así fuera con su propia sangre sería el único vestigio de dignidad, y la forma más segura de levantarles a todas la moral. Las divas del cine de los años 50 delirarían por llevar un rojo carmesí que les dibujara bien la comisura e hiciera verdad aquella consigna hecha por Coco Chanel: la boca es la intérprete del corazón. Así, desde los tiempos inmemorables hasta nuestros días la barra del labial ha sido el objeto femenino por excelencia. La prenda con la que las mujeres se han sentido más mujeres.
Sin embargo, una generación heredera del desparpajo de los años noventa, del grunge que apelaba por los colores más naturales y los tonos nude, esas chicas que hoy tienen entre 30 y 20 años han crecido casi sin conocer los secretos de llevar los labios delineados por un color. “Hay toda una generación de chicas que solo han conocido los brillos”, exclama sorprendido Sergio Medini, el maquillador oficial para Sisley París en América. “Hay tres focos que se tienen en cuenta a la hora de maquillar: tez, ojos y labios. En las últimas décadas los ojos habían cobrado más protagonismo por lo que los otros dos habían pasaso a un segundo plano”, añade por su parte Javier Gómez maquillador internacional de la marca Lancome. “En los años 90 el color se fue por completo de los labios, Madona trató de revitalizarlo, pero con tan poco éxito que solo hay que pensar en Julia Roberts, que en su papel de Pretty Woman (1990) no llevaba labial”, explica Gómez.
Las casas de maquillaje saben que el mercado de los brillos sigue repuntando y tienen la certeza, como lo admite Fred Vellon de la casa MAC, de que se impondrán esta temporada con una adición de colores cerezas y uvas. Sin embargo, la barra de labios, esa que hacía que nuestras abuelas como si se tratara de un toque mágico estuvieran listas para cualquier ocasión, vuelve a imponerse dentro de las carteras. “Este año desde Milán a Miami, desde New York a París el labial ha regresado a tomar su merecido lugar, y las jóvenes que sólo usaban gloss hasta hace muy poco, hoy, han redescubierto la magia de sacar un labial del bolso y aplicarlo en público”, sentencia Vellon de MAC.
Iconos de la música y de la moda juvenil como Lady Gaga o Gwen Stefani vuelven a posicionar el dramatismo de unos labios repletos de color y no han de sorprenderse, ni sentir cierta envidia las hermanas mayores que empiecen a ver a las jovencitas de 15 llevando por la calle con orgullo unos labios rosas, naranjas o rojos.