Los zapatos de enfermería deben ser cómodos, ligeros y transpirables. Es importante mantenerlos limpios, no solo por higiene o una buena imagen personal, sino para su durabilidad.
En el área de la salud hay 3 materiales diferentes para este calzado: de goma, de piel y EVA. Para cualquiera de estos puedes utilizar el mismo método de limpieza y desinfección, evitando la acumulación de bacterias y hongos que podrían ocasionar problemas de salud.
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El blog ZUECOSCOMODOS describe que, dependiendo del uso y el entorno, se maneja cierta frecuencia de limpieza, por ejemplo, si los usas en labores como las del personal sanitario, debes desinfectarlos todos los días, si no, por lo menos una vez a la semana.
¿Cómo limpiar los zapatos de enfermería?

No basta solo agua y jabón, recuerda desinfectarlos con un desinfectante o los productos caseros que te mencionamos en esta nota.
Los materiales que necesitas son:
- Agua tibia.
- Jabón suave o detergente neutro.
- Cepillo de cerdas suaves.
- Desinfectante en spray o vinagre blanco y bicarbonato de sodio.
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- Quita las plantillas y cordones (en dado caso tenga) con el fin de limpiarlos por separado.
- Sacude el calzado o pásale un trapo seco para quitarle el polvo o suciedad suelta que pueda tener.
- Mezcla agua tibia con jabón neutro y con un cepillo o toalla de microfibra, frota la parte externa. Con un paño húmedo elimina el exceso de jabón.
- Limpia la parte interna del zapato con un paño húmedo que tenga la solución jabonosa creada anteriormente. Luego, enjuaga.
- Desinfecta el calzado tanto interior como exteriormente. Puedes usar: Desinfectante en spray (que esté formulado específicamente para zapatos y sea apto para el material), alcohol isopropílico, vinagre blanco o bicarbonato de sodio.
Debes rociarlo generosamente tanto al interior como en el exterior y dejarlo actuar por 10 minutos. Posteriormente, enjuagar. Finalmente, déjalos en un lugar ventilado o al aire libre para que sequen, pero evita la luz solar directa o fuentes de calor.
Como tips adicionales para el cuidado y durabilidad de tus zapatos, procura cambiar las plantillas de forma periódica y no cuando las veas muy desgastadas. Además, evita lavarlos en la lavadora.
