Vanessa de la Torre tiene todo para ser reconocida en el periodismo: capacidad de análisis, experiencia, determinación y una voz inconfundible. Su color de voz es su marca, para los que consultamos medios de comunicación, con los ojos cerrados podemos imaginar fácil sus palabras y el poder de sus chistes.
A la apasionada por la salsa de Rubén Blades y el rock de Fito Páez la caracteriza una versatilidad que le da para desenvolverse desde el humor o desde la crítica más árida hacia los poderosos de turno.
Sigue a Cromos en WhatsAppLee en Cromos: Vanessa de la Torre sobre concierto de Karol G: cultura mafiosa y excesos vulgares
Para nadie es un secreto que es una de las periodistas más destacadas en la actualidad. Hace unos años, su libro Historias de amor en campos de guerra, que reúne los testimonios de seis mujeres que por diversas razones terminaron siendo víctimas de un conflicto armado, fue uno de los más vendidos por la casa editorial Penguin Random House.
Pero más allá de las obviedades, vinimos a revivir las fotos que reflejan a una Vanessa pre medios de comunicación, es decir, antes de ser famosa. ¿Cómo era en su adolescencia y niñez? Descúbrelo a continuación.
Vanessa de la Torre en su juventud
Vanessa es una apasionada por las artes. Cuando era niña practicó el arte de la danza en su natal Cali. Los que no lo creen, miren la evidencia:
La valluna siempre ha sido muy amiguera. Dentro y fuera de Colombia perdura su grupo de amigas. Recordemos que estudió y trabajó en Estados Unidos.
Finalmente, para los que no saben, Vanessa tiene un hermano. En esta foto de antaño se puede corroborar:
Vanessa de la Torre y su comentario polémico sobre el concierto de Karol G en Bogotá
“El erotismo es una delicia, por su puesto, pero cuando lo es tan explícito, cuando hay que mostrar las tetas, y cuando toca gritar ‘culo’ y ‘chimba’ y ‘marica’ veinte veces, pues ya a uno después de la 15 le parece que para qué. (...) De golpe, yo le hubiera quitado un poquito todo ese componente excesivo que, en mi opinión, termina siendo ordinario y que termina volviéndola a ella ordinaria”, dijo la caleña.
Su prisma despertó críticas y muchos coincidieron con su percepción.
¿Estás de acuerdo con su análisis sobre la reguetonera?
