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Clara María Ochoa: "El cine es mi enfermedad"

Guionista, productora y creadora de CMO Producciones.

Por Clara María Ochoa
13 de octubre de 2015
Clara María Ochoa: "El cine es mi enfermedad"

Clara María Ochoa: "El cine es mi enfermedad"

El cine es mi enfermedad. He hecho comerciales, series y documentales, pero el cine mi enfermedad. Tengo una obsesión, yo no sé qué es lo que me pasa con él. Por eso digo que es mi enfermedad. Con el cine se pueden contar las cosas de un modo diferente.  Parto de una idea, me entusiasmo y luego no me detiene nadie. 

Soy de las productoras que se involucran en todo el proceso de elaboración. Estoy cerca de cada una de las etapas que rodean la realización de una historia. El cine es una labor colectiva y, una vez está definido un buen guion, con mi equipo de trabajo busco a los mejores del país, reúno a la Selección Colombia en cada posición, en vestuario, maquillaje, arte, imagen. Llevo más de treinta años trabajando del mismo modo. En esa medida considero que mi innovación es mantener el empeño de sacar los proyectos adelante, por escaso que sea el apoyo. 

Yo comencé en esto haciendo el color del primer programa a color de la televisión colombiana. A finales de los setentas, estando en segundo semestre de la universidad, aprendí técnica. Si quería hacer cine y televisión, necesitaba explorar sus orígenes. Estuve tres meses en entrenamiento, con doce hombres, ingenieros la mayoría. Fui la primera operadora en video a color en los Estudios Gravi. Llegaba temprano, alineaba las cámaras, les cuadraba el color, el foco, en resumen, revisaba la parte técnica. Recuerdo que se editaba sobre la marcha, en plena grabación. De este modo supe la carpintería de los programas. 

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“No es fácil lidiar con esta labor. He aprendido lentamente de mis errores y aciertos. Yo era una persona de reaccionar fuerte. Es difícil encontrar gente que tenga pasión y rigor. Sin embargo, he ido controlándome, sin olvidarme de la exigencia".

 

Mi primer contacto con el cine fue en Cali, junto al director Pascual Guerrero, en El lado oscuro del nevado y Tacones. Aquí mi enfermedad se convirtió en amor. Esas experiencias me marcaron, en un tiempo en el que el cine se hacía con las uñas. No sería la primera ni la última vez que lo iba a hacer. Después entré a una agencia en la que dirigí y produje comerciales, en los ochentas incipientes. Hacíamos la posproducción en Nueva York. Mi otro paso significativo fue fundar con unos colegas Proyectamos. Treinta años atrás, en Cali hice televisión. Cuatro programas que dirigí y produje. Venía a Bogotá a editarlos. Al cuarto año, por una cuestión de costos, decidimos trasladarnos para acá.  

Ya tenía metidos el cuerpo y el alma en esto. Manejaba el concepto, la logística y los presupuestos. Siento como si siempre lo hubiera hecho, ahora con mayor conocimiento y experiencia. Me he encontrado con gente maravillosa que me ha ayudado, como Pascual Guerrero, Ana Piñeres, Rodrigo Triana, Jorge Alí Triana, Klych López.

El sentir del país está presente en lo que hago. Mi intención es aportar algo al espectador, dejarlo pensando. Quiero cuestionar, llegar más allá, como es el caso de El Gato y el ratón, una película sobre la intolerancia, el de Soñar no cuesta nada, que es alrededor de la tentación, y ahora en Siempreviva, la historia de unas familias a las que las vida les cambia por la toma del Palacio de Justicia. Siempreviva me ha dado una satisfacción única. La hicimos con poco, con un grupo valioso. La intención era contar algo que nos doliera en el alma. Fue una conexión grande que se ve reflejada en la pantalla. Quisimos contar las cosas tal como sucedieron, sin editorializar. 

No es fácil lidiar con esta labor. He aprendido lentamente de mis errores y aciertos. Yo era una persona de reaccionar fuerte y rápidamente, porque no me gustan los errores, ni la gente perezosa, que no es pila. Es difícil encontrar gente que tenga pasión y rigor. Sin embargo, he ido controlándome, sin olvidarme de la exigencia. Ana Piñeres a veces me dice que no sea tan drástica. Para mí lo que uno hace debe estar bien hecho. 

En CMO produzco lo que puedo producir bien. Hago proyectos que puedo intervenir y controlar enteramente. La diferencia está en el cuidado que hago de cada detalle. Yo digo que se me escapan las cosas porque no puedo ser omnipresente. Así de perfeccionista soy y exagero, lo sé, como en mis inicios. La clave es mi enfermedad por el cine que cada día cree más.

 

 

Cifras:

- 5 Premios India Catalina obtuvo CMO, su productora, en la última edición.

- 4 idiomas. Los derechos de La ronca de oro fueron vendidos a China, Tailandia, Rusia y los países árabes.

- 10 películas ha producido, entre las que se destacan Como el gato y el ratón (2002), Soñar no cuesta nada (2006) y Siempreviva (2015).

- 5 series creó y produjo junto a su socia Ana Piñeres: Regreso a la guaca (2009), Correo de Inocentes (2010), La Promesa (2011), Made in Cartagena (2012) y Fugitivos (2014).

 

Foto: Juan José Horta.

 

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