Luis Eduardo Motoa, el eterno Carlos Alberto Franco de Padres e Hijos, es uno de los actores más destacados del país. Aunque muchos lo conocen por su papel en la novela mencionada, también ha logrado estar en otras grandes producciones.
Además de la anterior, también estuvo en la biopic de Arelys Henao, en la versión del 2021 de Café con aroma de mujer, en La Ley del Corazón, entre otras producciones en las que demostró su talento y carisma a sus seguidores.
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Sigue a Cromos en WhatsAppAhora, se ha conocido que el actor tiene un emprendimiento muy de la mano con la naturaleza que pocos conocían y el cual, comenzó vendiendo yogures a sus compañeros. ¿De qué se trata su negocio? Acá te contamos lo que él mismo reveló.
‘Padres e Hijos’: Eduardo Motoa y Haydeé Ramírez.
El negocio de Luis Eduardo Motoa de ‘Padres e Hijos’
El actor colgó el drama televisivo por un sueño verde que abrazó la naturaleza. Lejos de los sets, cultiva paz y ecología en su granja, enseñando a niños el valor de la tierra, según contó en una entrevista con Bravíssimo.
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El manizaleño se alejó por un tiempo de las pantallas y comenzó su propio negocio, una granja ubicada en Subachoque en la que le ha sido posible explorar su amor propio la naturaleza y el de aquellos que la visitan.
“Tenemos talleres de repostería, un taller agropecuario con animales muy bonitos, que además viven la vida siempre, no se sacrifica nada, dándole ese espacio de existencia, sembrando muchos árboles y sembrando idea, sobre todo”, indicó.
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“Se trabaja para tener fe, que los jóvenes que nos acompañan siguen creciendo con nosotros. Más allá de eso hemos generado una red social y muchas de las personas que trabajan en el proyecto son de la misma región y eso ha generado un sentido de pertenencia, ahí está el objetivo del trabajo”, añadió.
Antes que su emprendimiento prosperara, Motoa tuvo que vender yogures que producía en el lugar: “Antes de eso, yo les vendía a mis compañeros yogures y cosas que se producían en la granja de manera artesanal y luego hice un curso de venta. Esos yogures que compraron sirvieron para sembrar árboles”.