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“El olor dice mucho sobre quién eres”, Verónica Kato

Una de las narices más privilegiadas en el mundo de los perfumes, habla de su próxima creación 'Luna Floral' donde descifra el aroma de la mujer latina.

Por Jairo Dueñas
04 de mayo de 2016
Verónica Kato: “El olor dice mucho sobre quién eres”

Verónica Kato: “El olor dice mucho sobre quién eres”

Está convencida de que Brasil, su tierra natal, es donde más se consume perfume, especialmente porque en las regiones más calientes, al nordeste, las personas se bañan hasta tres veces al día, y cada vez que lo hacen se perfuman. Según ella, la gente carioca no se da besos sino aromas, y todas las personas se conocen por los perfumes que usan. Parece un cuento de Jorge Amado, sin embargo no es literatura, son las palabras de una gran perfumista envuelta en el misterio del lejano oriente, la tierra de sus abuelos, y la sensualidad del trópico y la samba, el ambiente natural de su vida. Me imagino a Verónica Kato sentada a sus anchas en un poema de Emily Dickinson, como una reina en su trono, no importa que el verso no se refiera a una perfumista sino a un poeta: “Es lo que destila sentido asombroso de significados corrientes”...

 

"LOS PERFUMES SON MIS HIJOS"

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¿De quién heredó esos ojos rasgados?

De mis abuelos originarios de Kioto, Japón. Ellos vinieron, porque había una colonia que empezaba en Brasil y mi abuelo materno era profesor de primaria. Mi abuelo paterno tiene una historia un poco triste, sus papás se separaron y su madre llevó a los dos hermanos a un internado. Luego él fue agrimensor y llegó al Brasil para ayudar a dividir las haciendas.

¿Tiene hijos?

No, no tengo hijos, los perfumes son mis hijos.

¿Hasta cuándo va a trabajar como perfumista?

No, nunca lo he pensado.

¿Cuál es la vida útil de un perfumista?

¿Sabes qué? Las células olfativas son las únicas que cuando duermes se reponen. Tengo un colega que trabaja conmigo y debe tener como 80 años.

Un olor de su infancia.

Infelizmente el olor de mi infancia es horrible, es olor de granja, porque en mi ciudad en Brasil, Bastos, la capital del huevo, hay muchas granjas y gallineros. Desde allí se exportan huevos para todo el mundo.

Ahora que hablamos de gallineros, ¿el mundo tiene más malos olores que buenos olores?

Exactamente. Te voy a contar algo: en la perfumería utilizamos ingredientes que hoy son sintéticos, pero que antes eran notas animálicas como, por ejemplo, civeta, que es de un gato que vive en Etiopía, y que cuando está muy nervioso elimina por sus glándulas sexuales este líquido, que huele a excremento, es lo que hacía que los perfumes antiguos durasen mucho tiempo. Hicimos un testeo y pusimos la civeta en una silla entre muchas e invitamos a las personas a escoger la silla, y lo primero que las personas escogieron fue la silla con civeta. Nosotros hacemos test para ver cuánto de una nota animálica conecta con nuestra sensualidad.

¿Y hoy todavía utilizan ese almizcle del gato de Etiopía?

Nosotros hace casi 30 años que no utilizamos materias primas animálicas, porque para obtener el almizcle, por ejemplo, de un venado que vive en los Himalayas, había que sacrificar de setenta a cien venados. Pero descubrimos que la molécula principal que da este olor de almizcle se llama muscon y lo sintetizamos químicamente. Nosotros tenemos varios musk (almizcles) sintéticos

 

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¿Cómo funciona un perfume?

Nosotros decimos que la construcción de una fragancia es una pirámide con notas de salida, que son las más volátiles, las que uno siente cuando se aplica el perfume, son las notas más livianas, por ejemplo, cítricos, hierbas, algunas frutas y algunas especies. Esa es la punta de la pirámide. Después empieza la nota principal, la que le da personalidad y cuerpo al perfume, son notas de flores, maderas. Ese es el medio de la pirámide. Y, finalmente, en el fondo, están las notas de madera más pesadas como pachulí, resina, vetiver, notas dulces; estas demoran mucho más tiempo en evaporar. Un perfume dura más tiempo en la piel en la medida que sea más grande la base de la pirámide.

 

EN BUSCA DE OLORES NUEVOS

 

¿Cómo cuida su olfato?

En verdad no cuido nada. Este trabajo de la creación es algo mucho más mental, claro que la nariz es fundamental, pero es más como escribir música. Con más de 25 años de trabajo sabes, por ejemplo, que un gramo de vainilla hace tal efecto, y que si son dos gramos será otro el resultado.

¿Hay fragancias que no se pueden unir en un perfume?

No, porque un olor es algo muy subjetivo. A veces hay combinaciones que para uno son horribles, dan dolor de cabeza, pero que a
otros les encantan, nosotros decimos que son olores polarizantes, por ejemplo, Angel de Thierry Mugler es una bomba muy dulce, pero hay personas que lo aman, y otras que no pueden olerlo.

¿Hay olores en peligro de extinción?

Antes utilizábamos canela en una gran cantidad pero hoy con la tecnología descubrimos que es fotosensible, que puede dar cáncer de piel, por eso la concentración máxima permitida en la perfumería es de 0.1%.

Entonces la canela está en extinción.

En extinción, aunque la ciencia está desarrollando una canela donde sacan la molécula que es dañina, pero no huele igual.

¿En Cartagena, ahora que estuvo, qué olor descubrió?

No conocía el lulo. El olor del lulo para mí es una mezcla de uva, sandía y kiwi.

¿Qué tan obsesiva es con su nariz? ¿Lo huele todo?

Ah, sí, porque cada vez es más difícil encontrar olores nuevos, por eso estamos en Natura en la búsqueda de olores diferentes dentro de la selva amazónica.

¿Cómo descansa de oler?

La mejor cosa para descansar la nariz es oler algo neutro como tu piel o tu ropa.

Entonces, ¿el café que ponen a oler en las perfumerías no funciona?

Es un mito eso de oler café. El café es solamente otro olor.

Repite la pregunta con su voz muy fina: “¿Qué dura más en el cerebro, una imagen o una fragancia?”. Me mira, sonríe relajada y comienza a hablar suavemente como comienza un vals: “Cuando miras algo describes, descompones, analizas, pero con el olor no, a veces hay oloresque son inconscientes, por ejemplo, si vas a un velorio de alguien cuando eras niño y hueles una flor, cada vez que huelas esa flor habrá tristeza”.

 

“EL OLFATO TE SITÚA EN EL MUNDO”

 

¿Lleva la cuenta de las fragancias que ha creado?

No. Nunca he contado en mi vida.

¿Son muchas?

Sí, creo que sí, pero nunca he llevado la cuenta.

Cuénteme la más reciente.

Lanzamos pronto en Colombia una fragancia que se llama Luna Floral, donde vamos a usar por primera vez una flor latina de origen mexicano que crece en toda América Latina. Es conocida como Girasol Mexicano, creo que la plantan también en Cali. Es una fragancia con la que nosotros queremos capturar la sensualidad de la mujer latina.

Para aquellas personas que no le ponen mucha atención al olfato, ¿qué les dice?

Que perdieron muchísimo en la vida porque el olfato te sitúa en el mundo, por todas partes hay olores para todo. Un olor te puede transportar, te puede proteger. El olor es algo que hace que las personas se atraigan.

 

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¿Un olor exótico que haya descubierto en uno de sus últimos viajes?

Un olor a paramela, que es una flor amarilla que crece en los campos de toda Patagonia y huele a menta, a casis, un poco a miel y es floral también como el jazmín. Quedé muy impresionada, por su contraste de fruta seca con menta y casis.

Un olor que la enamore.

Me encanta el olor de la rosa, es perfecto, tiene más de 1.000 componentes olfativos. Todos los perfumistas intentan hacer la mejor rosa posible, pero ninguno he logrado hacer un olor tan perfecto. A mí me encanta sentir sus diferentes olores.

¿Qué tanto utiliza la rosa en la perfumería?

Nosotros utilizamos dos en la perfumería: una que se llama rosa damascena, su nombre se debe a la ciudad de Damasco, es una rosa frutada que huele un poco a Lichi, la pomarrosa china. Tiene variaciones; cuando es cultivada en Bulgaria es más frutada y la que crece en Esparta, Turquía, es más especiada.

¿Y cuál es la otra rosa?

La otra rosa que utilizamos en la perfumería se llama rosa de mayo porque florece en ese mes. La cultivan en el sur de Francia, también en Marruecos y Egipto, y es una rosa que tiene olor a damascos, la fruta, no la ciudad. Huele un poco a fruta seca, es más cálida y tiene un fondo que huele a miel. La rosa tiene 100 pétalos y no es roja, es rosa.

 

LOS PERFUMISTAS SON CADA VEZ MENOS

 

¿Es cierto que los perfumistas son muy escasos? ¿Que hay más astronautas que perfumistas?

Sí, es que hay pocas casas de fragancias en el mundo, hoy tenemos seis de las grandes, la Givaudan, Quest, International Flavors & Fragances, que es una empresa americana donde estuve antes de trabajar en Natura; Dragoco, donde yo empecé, Firmenich y la francesa Mane, que es la sexta. Imagínate, ellos hacen las fragancias y los aromas de todo lo que uno huele en el mundo, detergente polvo, suavizante, crema, dentífrico, sabores, bebidas. Todo lo que está en todo.

¿Cuántos perfumistas puede haber en el mundo?

Yo creo que no hay más de 500 perfumistas.

¿Y con el tiempo aumentan o disminuyen?

Ahora disminuyen porque es mucha inversión. Imagínate tres años de escuela, son tres años más de training, en donde no produces nada, y todo es pago. Es una inversión muy grande, por ejemplo, en mi entrenamiento pudimos utilizar, en cantidades enormes, aceites esenciales que cuestan más de 10.000 dólares, como el aceite de rosas o el aceite de jazmín.

Es una educación muy costosa.

Muy costosa y lo que pasa es que muchos perfumistas terminan la escuela con un contrato más o menos de 300.000 a 500.000 dólares, para que se queden después de la formación en la empresa, pero como son pocos ¡se los llevan!

¡Y se pierde toda la inversión!

Sí, por eso ya no se entrena mucho.

¿En dónde estudió?

En São Paulo y después mi primer empleo fue en una empresa de perfumería. Era asistente de un perfumista francés, Jean Luc Morineau. Ahí quedé loca por los olores.

¿Qué significa ser una de las narices más sensibles del mundo?

Las personas dicen eso, pero lo que significa es que se trata de una nariz entrenada. Nosotros tenemos como tres años de escuela, después tres años de entrenamiento, en donde aprendemos a hacer las construcciones clásicas. Luego trabajamos tres años como junior, donde empezamos con pequeños proyectos, aprendemos a perfumar desde detergentes, suavizantes, productos de limpieza, jabones...

¿Y se especializan en qué?

En perfumería o perfumista de house all, perfumista de personal care o perfumista de detergentes, y uno escoge.

Después de graduarse, ¿cuál fue su primer perfume?

¡Ay, no recuerdo bien! Cuando yo estaba terminando la escuela, estudié los perfumes de Sofía Grojsman. ¿La conoces? Para mí es mi ídolo. A ella también le encanta la rosa y todos sus perfumes son creados encima de la rosa. Paris, Tresor, Eternity, sus construcciones son opulentas. ¡Amo sus fragancias!

 

BOGOTÁ ME HUELE A CILANTRO

 

¿Cuáles son los mandamientos de un perfumista?

No, no hay mandamientos, es muy libre, pero un consejo de mi profesor de la escuela, el señor Morineau, decía que para ser un buen perfumista hay que vivir en plenitud, tiene que probar de todo, viajar muchísimo, conocer personas, porque el perfume es crear algo para los otros.

¿Al día cuánto trabaja con su nariz?

Un día entero. A las 9 llego a la oficina y la primera cosa que hago es ponerme en el brazo las diferentes fragancias en que trabajo, para que me acompañen en el día, para saber si se mantienen, cuánto tiempo duran, si son agradables o no, hay que acompañarlas para poder hacer los ensayos y las modificaciones.

¿Cuántos perfumes puede diseñar al año?

Es que no lanzamos tantos perfumes al año, lo que pasa es que hacemos cientos de testeos y al final de varios caminos olfativos, ellos escogen uno para lanzarlo.

¿Qué hace que unos perfumes duren más que otros?

En perfumería nosotros tenemos aguas, que son los splash, que tienen una concentración muy pequeña, más o menos 5% de perfume; son agüitas que son muy livianas. Después vienen las colonias, con una concentración más o menos de 12%, y finalmente, viene lo que se llama eau de parfum, que son fragancias con mayores concentraciones, y esto es lo que hace que dure más tiempo.

Unos consejos prácticos sobre los perfumes.

Los tips son muy sencillos. Primero, para aplicarse el perfume, lo ideal es que haya una distancia de más o menos de 10 centímetros. Cuando es splash, uno debe pasarla por todo el cuerpo. Pero si es una agua de toilette, lo ideal es aplicárselo en puntos donde hay circulación sanguínea como la muñeca, el cuello, la nuca y atrás de la rodilla, porque son puntos calientes y ahí hacen más huella.

¿Colecciona algo?

Antes de salir de mi casa, con 15 años, yo tenía más de 100 tipos de diferentes plantas, diversas begonias.

¿Qué hace Verónica para relajarse?

¿Para relajarme? No, yo soy una persona relajada, es difícil estresarme.

¿Pero no tiene un hobby?

Estudié paisajismo, el arte de hacer jardines. Ahora también estudio Kanji, las letras japonesas, porque había olvidado muchísimos ideogramas, son como dibujos y relaja también mucho.

¿Cuál es el buen sueño de un perfumista?

Que se enamoren de un olor que uno ha creado.

¿Y cuál es la pesadilla de un perfumista?

Cuando un perfume no vende es una pesadilla, porque son millones y millones de inversión detrás.

¿A qué huele Bogotá?

A mí me huele mucho a cilantro. Estoy muy ansiosa por conocer las guascas.

 

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En medio del restaurante en que nos encontramos, no pudo expresar mejor su antojo. La palabra guascas retumba en los labios de la perfumista y, como por arte de magia, de la cocina un joven de chaqueta blanca y gorro alto llega con el encargo. Verónica acerca su pequeña nariz, la hunde en el atado verde y sentencia desilusionada: “me huele a cualquier hierba silvestre”. ¡Faltó el ajiaco!

 

Fotos: David Schwarz

Por Jairo Dueñas

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