Publicidad

"En lo espiritual y lo afectivo yo llevo las riendas" Ana Margarita Moreno

Esposa del presidente del Grupo Éxito. Profesión: enfermera.

Por Ana Margarita Moreno
15 de mayo de 2015
"En lo espiritual y lo afectivo yo llevo las riendas" Ana Margarita Moreno

"En lo espiritual y lo afectivo yo llevo las riendas" Ana Margarita Moreno

Ana Margarita Moreno no es la única mujer en la vida de Carlos Mario Giraldo, el presidente del Grupo Éxito. Cinco hijas consolidan el hogar del líder empresarial y lo retan día a día en la labor más importante de todas: el fortalecimiento de la familia. 

Me siento muy orgullosa y agradecida con Dios por haberme puesto a ‘Caliche’ en el camino. No lo digo solamente por su prestigio profesional, sino por su valor como ser humano. Él y yo somos súper distintos. Cualquiera diría que juntos somos un choque total, pero no. Al contrario. Yo soy mucho más emocional y él es más racional, un contraste que nos funciona muy bien. Yo le digo: “monito mirá ¡qué hermosura de atardecer, es Dios hablando!, y él me contesta: Sí, me encanta, súper lindo ¡Pero mono!…No mona, es que vos si te emocionás muy fácil”. Tiene una habilidad mental impresionante, yo tengo un asunto que tiene mil patas, se lo cuento y en un minuto lo resuelve. 

En lo espiritual y lo afectivo yo llevo las riendas. Él en cambio, es planeador, lo hace a cuatro bandas. Yo vivo el hoy. Con respecto a lo religioso, es muy comprometido, va a misa todos los domingos. Rezamos juntos. Yo soy una persona de gran compromiso religioso. Muy Mariana, para mí la Virgen es lo máximo. A veces me dice: “Tengo una reunión súper importante monita, encomendame”, y él sabe que yo oro por él. Para mí la misa es el disfrute. Cuando digo que voy para el spa, ya saben dónde estoy. 

Sigue a Cromos en WhatsApp

Además de las labores del hogar, me dedico al proyecto ‘Protege tu corazón’, una iniciativa que nació hace 20 años con el fin de apoyar la educación sexual en los colegios. Está basada en la filosofía de la organización internacional Teen Aid, que promueve prácticas de prevención. Empezamos a ir a los colegios a ofrecer charlas y conferencias a los adolescentes, en forma de talleres. Desde quinto hasta once. A cada nivel se le da unos temas específicos y vamos a diferentes colegios en varias ciudades del país. 

Pretendemos formar a los adolescentes en un carácter fuerte y una sexualidad inteligente, que aprendan a tomar decisiones, teniendo en cuenta un método. Dentro de los talleres se refuerzan aspectos como la importancia de conocerse a sí mismos, el manejo de las emociones, el autocontrol, la elección de amistades, la defensa de los derechos, el respeto, la autoestima y el manejo del noviazgo. Dentro del grupo consideramos que la sexualidad necesita inteligencia, un corazón maduro, un sistema emocional fuerte y la toma de buenas decisiones. También trabajamos con los papás y tenemos conferencias para matrimonios. El propósito es fortalecer la familia, porque es un tesoro. 

Caliche y yo estamos casados hace 25 años. Tenemos cinco hijas, de 22, 20, 16, 15 y 12. Yo era la única mujer de cinco hermanos, así que tener una casa de mujeres era mi sueño. El ambiente es genial. Cuando los hermanos son numerosos, los mayores influyen en los menores, y ayudan en la labor educativa. Disfruto la crianza porque interactuar con tantas edades le da a uno frescura intelectual, flexibilidad y juventud de espíritu. 

La autoridad en asuntos pequeños y medianos la asumo yo. Por ejemplo, con respecto a los permisos y las horas, generalmente nos comunicamos por el chat. “Qué opinás, ve Sofi está pidiendo este permiso”, “Sí, eso ví”. Y nos vamos poniendo de acuerdo. En las minucias yo tomo todas las decisiones y en cuanto a los permisos me gusta negociar con ellas. En lo posible, trato de ser flexible. Él, en cambio,  es muy exigente con respecto a la regularidad en las clases de deportes y los idiomas. Es muy estratega y va manejando todo de acuerdo a los procesos de cada una. 

En la casa siempre hay un ambiente de lectura, deportes y música. Las cinco duermen en dos cuartos, así que la convivencia es muy especial. Entre todas se ayudan con las tareas. El ambiente sin duda es muy femenino, de cepillos, ropa y zapatos, y en medio de todo eso, está el papá. Entonces tratamos de darle gusto cuando estamos con él. Es muy contemplado por las seis y procuramos integrarlo a través de cosas que le gustan. Con el papá comparten el amor por el deporte (algunas juegan fútbol y tenis) él juega squash; y por la música. En la familia de Caliche son muy musicales, él toca guitarra, canta y la mayoría de mis hijas también. Nos encanta. Es algo que nos une.

Otro momento especial es el de las comidas. En la mesa ocurren los encuentros más importantes. Es muy rico porque hablamos de política, de actualidad, hay mucho debate. En cuanto a la agenda de él, lo manejamos muy bien y nunca tenemos roces. Viaja con cierta frecuencia y se intensifica por épocas. Nos ha pasado que nos vamos de vacaciones y tiene que interrumpirlas. 

Le gusta ir a recoger calificaciones pero eso no ocurre muy seguido. Yo le voy escribiendo reportes y está enterado de todo. No llega a la casa a las seis, eso nunca, porque debe atender compromisos. Cuando llega, sacamos un ratico para conversar. Luego nos sentamos a comer, generalmente todos juntos, pero no es obligación. Trata de manejar el tiempo de manera inteligente y de hacer ejercicio con regularidad. Soy consciente de las actividades que son claves para él como el squash, y se las respeto y aliento. 

Soy su polo a tierra y cuando lo veo estresado, le escribo: “¿salimos esta noche a comer?” Muchas veces, cuando viene del aeropuerto me dice: “encontrémonos en tal parte y nos tomamos un traguito juntos y comemos”. Nos encanta salir solos, ir a cine, a caminar. Conversamos mucho del trabajo, de las niñas y de la vida en general. 

Creo que una de las cosas por las que me enamoré de Caliche, es su mente abierta, no es monotemático. Tiene la capacidad de interesarse en muchos temas. No todo es negocios, ni todo es serio. Se interesa en aprender una canción, por ejemplo. Eso ayuda a oxigenar la relación familiar. 

Yo digo que soy la directora del departamento de mercadeo interno de él, porque siempre les digo a mis hijas: “Como les parece el papá que les conseguí”. Disfruto su trabajo y todas tenemos claro que él es administrador de una empresa que pertenece a los accionistas. Algo muy distinto de otras, en las que el dueño dirige la compañía. Lo entiendo, lo manejo perfecto y no compito con eso porque sería horrible. 

 

¿Qué ha hecho? 

Trabajó 10 años con pacientes ambulatorios de cuidados especiales: quimioterapia, quemados, SIDA, terminales. Tiene una especialización en Orientación familiar.

 

Foto: Luis Felipe Escobar.

Por Ana Margarita Moreno

Sigue a Cromos en WhatsApp
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.