Iván Mejía Álvarez tiene fama de “malgeniado”, polémico, y venenoso. Pero no vinimos a hablar de los prejuicios, sino de la persona que habita al personaje público que nació el 16 de septiembre de 1950.
Por casi 60 años estuvo activo en radio, televisión y prensa hablando de lo que más sabe: fútbol. Nunca ha ocultado su pasión por el América de Cali ni mucho menos su enemistad con César Augusto Londoño, que quedó tras su paso por El pulso del fútbol.
Iván Mejía Álvarez y lo que confesó en Se dice de mí
En el programa Se dice de mí, el veterano periodista reveló que en su niñez fue un niño terco y “cascarrabias”, que siempre se ha casado con sus convicciones. Esta cualidad que ha perdurado a lo largo de las décadas, llegando hasta sus actuales 73.
Además de heredar el temperamento de su padre, también adquirió su espíritu trabajador. Antes de cumplir 10 años, su vida dio un giro gracias a un partido de fútbol entre Millonarios y el América.
Iván Mejía relató al programa de Caracol Televisión: “Mi papá era hincha de Santa Fe. Ese día América perdió 4 a 1 ante Millonarios, y fue entonces cuando mi padre me dijo que sería hincha del América”.
Al hablar de su retiro, el caleño manifestó lo siguiente durante un cotejo del mundial 2018: “Me salió del alma. Dije: ‘esta es la última vez que asisto a un estadio de fútbol y este es el último partido de fútbol que hago desde un estadio’. Ese día tomé la determinación, lo dije al aire y cumplí. Cumplo todo lo digo”, señaló el periodista, quien aunque es aclamado por la audiencia hoy prefiere vivir una vida tranquila y alejada de los excesos.
La depresión: el gran reto de Iván Mejía Álvarez
“A ratos me siento muy solo, pero eso fue lo que escogí y tengo que saberlo llevar. No conozco a nadie que siempre sea feliz, no conozco a nadie que siempre sea triste”, reveló Iván Mejía Álvarez. “Me he sentido depresivo en algunos momentos. La ‘depre’ es algo que no se lo deseo a nadie, cuando te entra ese sentimiento es bravo”.
El vallecaucano ha vivido episodios complicados en el retiro. Uno tiene que ver con la separación de su esposa. Ya no tener el vínculo con su compañera de vida ha acelerado los episodios depresivos.
Si quieres ver la entrevista completa, aquí la compartimos:

