Lina María Echeverri
Con una experiencia de más de 18 años en la gestión académica y administrativa, docencia e investigación en universidades y escuelas de negocios, esta profesora invitada en posgrados en Universidad del Rosario, CENTRUM, ICESI, Universidad Nacional de Colombia, CESA, UNAB y UTB, es miembro del Consejo Editorial de la Revista P&M. Fundadora y Directora de PaísMarcaOBS el primer Observatorio de marca e imagen país en América Latina, convirtiéndose hoy por hoy en una de las mujeres más emprendedoras del país.
¿Cuáles han sido los mayores obstáculos con los que se ha encontrado a lo largo de su carrera?
Durante mi vida profesional me he encontrado con cuatro obstáculos: la envidia, el egoísmo, la imprudencia y la falta de iniciativa. Estos, me han ayudado a entender más a las personas y a comprender cuál es la mejor estrategia para afrontarlos. La fortaleza interior es mi mejor escudo.
¿Qué ventajas trae el hecho de ser mujer en un entorno laboral?
Me atrevo a decir que la etiqueta de "mujer" no la he sentido presente en mi entorno laboral. Me he sentido valorada por mis propuestas y logros personales y profesionales.
Ser mujer no es una ventaja en mi caso, sin embargo, como profesional en el entorno actual si encuentro que tenemos retos intelectuales que no se circunscriben al género. Ahora las mujeres somos más solidarias, más conscientes de lo que queremos y lo que no queremos, de lo que suma y no suma.
¿Y qué desventajas le ha traído?
Encontrar profesionales que valoran la distinción de género. Siendo profesionales destacados discriminan y se burlan de la mujer. He aprendido de la tolerancia, pero me duele encontrar profesionales con un pensamiento limitado hacia la mujer, que son padres de familia, que tienen de pareja a una mujer. Es inaceptable.
¿Cómo logra equilibrar los diferentes roles de su vida: mamá, amiga, esposa, mujer, empresaria (los que aplique)?
No es sencillo. Me atrevo a decir que el equilibrio no existe. Es una combinación de roles que tienen diferentes prioridades y momentos. Como mamá, esposa e hija, el rol es permanente y me activa el corazón; como profesional siento que el trabajo me dignifica, me hace sentir valorada y me activa la pasión por lo que hago día a día. Todos tenemos roles, que van madurando y que queremos darle la importancia que se merecen, pero el tiempo se queda corto para todo lo que deseamos hacer.
¿Son lo suficientemente visibilizados los logros de las mujeres empresarias en Colombia?
Estamos en un despertar. Hay que seguir impulsando la exposición de logros de las mujeres, sin perder de vista que son logros de personas no de género.
¿De qué manera se puede trabajar en pro de esa visibilización y reconocimiento?
La participación de la mujer es fundamental, si bien hay sectores conservadores, los resultados están demostrando cómo estamos aportando por las cualidades y habilidades que hemos desarrollado como profesionales, pero más importante como seres humanos. Tenemos que seguir cultivando nuestra labor para motivar transformaciones.
Una mujer que la inspire
Mi mamá, Clara Inés de Echeverri. Una mujer moderna para su época, quien me sembró el amor por la educación por encima de los paradigmas sociales de la época.
¿Cuál es el mejor consejo que desde su experiencia como mujer de éxito, pueda ayudar a otras mujeres a alcanzar el triunfo?
La educación es la que marca la diferencia. No solo perfeccionamos conocimientos y desarrollamos nuevas habilidades. Es la educación la que motiva a un auto descubrimiento. Dejamos de ser iguales para ser mejores. Mejores personas, mejores profesionales. Creo que el mejor consejo es estudiar para la vida, más allá de titulaciones. Es buscar una oferta académica que transforme positivamente nuestra vida.
Tres hábitos fundamentales de una mujer de éxito. (O tres hábitos suyos).
Tener iniciativa, no esperar a que te digan cómo hacer la labor, si no sabes, consulta.
Tener curiosidad. El aprendizaje permanente rejuvenece la mente.
Aceptar los retos siendo sensatos de nuestras fortalezas y habilidades. Aprender a decir NO es importante porque solo nosotros sabemos nuestros alcances.
Foto: Cortesía