
Las mujeres son el compromiso social de Salma Hayek
Salma Hayek forma parte de una larga lista de famosos solidarios como George Clooney, Shakira, Angelina Jolie, Brad Pitt, Javier Bardem o Richard Gere, que utilizan su repercusión pública para promover el desarrollo de los más desfavorecidos.
Orgullosos, ofrecen su colaboración para fijar la atención en causas olvidadas como la opresión China sobre el Tíbet, la lucha por los derechos de los refugiados en países como Libia, Siria y Kenya o la participación en proyectos de reconstrucción de países como Haití, arruinados por desastres naturales.
Por su parte, Hayek lleva años promoviendo el desarrollo de los derechos de niñas y mujeres de todo el mundo, alzando su voz junto a figuras como Beyonce, Halle Berry, Blake Lively o John Legend. Así, su imagen pública destaca, además de por su carrera como actriz, productora y directora de cine, por su activismo, una labor que, aunque no hubiera sido actriz, hubiera hecho igualmente, porque, lo hace como «ser humano», no como «personaje público».
Una bomba latina
Estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana de México D.F y habla español, árabe, francés e inglés, aunque siempre ha subrayado que su deseo de ser artista le viene desde muy pequeña. Ahora, después de más de 20 años de carrera y una infinidad de películas a sus espaldas, es todo un icono del poder latino en Hollywood, donde la mexicana es conocida como la bomba latina:
«Los latinos hemos conseguido una presencia constante en el cine americano. Al principio no existía. Luego salía uno de vez en cuando. Ahora salen con frecuencia y es importante. No es una moda, no es que haya un actor o dos. Nos tienen en cuenta como parte de Estados Unidos. Es por lo que yo peleaba. No podemos vivir en una cultura donde 50 millones habitantes sean hispanos y no tengan representación en el cine, como si no existieran».
Aunque lo cierto es que a la actriz le gustaría que dejasen de utilizarse los estereotipos hispanos en las producciones de Hollywood, «Me gustaría que nos vieran, simplemente, como seres humanos. Sin poner etiquetas de ningún tipo», y se mostró convencida de que, con el paso de los años, esas actitudes cambiarán. «El día que nos veamos como seres humanos se van a acabar muchas de las guerras y de los problemas que existen».
Su compromiso con las mujeres
A lo largo de su carrera, la mexicana sobre todo peleó con uñas y dientes para sacar adelante un proyecto que le daría su, hasta la fecha, única candidatura al Óscar, «Frida» (2003), en la que además de protagonizarla se encargó de la producción. De este campo también ocupó en la adaptación de la serie colombiana «Ugly Betty».
Su compromiso social con las mujeres es precisamente lo que le ha llevado a liderar varias campañas solidarias. Por ejemplo, a través de un video para «Chime for Change», una organización fundada por la firma de moda Gucci. En el mismo, Hayek buscaba promover el desarrollo de niñas y mujeres desfavorecidas en el mundo, en los dominios de la educación, salud y justicia:
«Creo que trabajando juntos podemos cambiar el curso de la historia para asegurar que las niñas y las mujeres tengan el poder de prosperar y hacer realidad su potencial».
En el último Festival de Cannes, Hayek se unió al movimiento internacional para exigir la liberación de las 200 niñas secuestras en Nigeria. La alfombra roja se convirtió en una improvisada plataforma cuando la actriz, ataviada en un llamativo vestido fuscsia, desplegó una hoja que decía «Bring back our girls».
La mexicana también ha mostrado su apoyo al discurso liberador que promueve «Los monólogos de la vagina». La obra, escrita por la estadounidense Eve Ensler a partir de testimonios en los que más de doscientas mujeres relataban sus experiencias personales sobre sexo, amor y violencia, se convirtió a partir de 1998 en un alegato mundialmente conocido para denunciar la violencia contra las mujeres.
Mientras las mujeres no sean la prioridad, «los gobiernos van a seguir vendiendo y mutilando a las mujeres pobres», manifestó Hayek en 2006 durante la presentación de «Los monólogos de la vagina» en México. La actriz, junto a Ensler y Jane Fonda, también aprovechó aquella ocasión para pedir justicia para las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez.