
El éxito es saber lo que nos gusta. Es todo aquello en lo que puedas volcar tu pasión, es la actividad que te haga sentir vivo. Es maravilloso cuando cumples tus metas y de ñapa viene el reconocimiento. Sin embargo, no necesariamente lo asocio a mi carrera. Lo relaciono a mi familia, lo resumo en poder dedicarle tiempo a los míos y a mí. También uno lo encuentra en la posibilidad de poder sacar tiempo para leer un libro, jugar golf con mis amigas, para ir a visitar a mi familia en Colombia.
Se hacen malabarismos para poner en la misma mesa tus prioridades. Pero con un poco de organización se logra. La familia debe ser consciente de que un miembro de la familia debe viajar permanentemente, como en mi caso. Se debe partir de la comprensión, el entendimiento y la cooperación. Más adelante, la ausencia se compensa con calidad de tiempo los fines de semana o en vacaciones. En mi casa siempre viajamos mi esposo y mis dos hijos.
Es sagrado el tiempo con ellos, aunque ya están acostumbrados a que cuando estoy en América Latina es usual que la gente se quiera tomar fotos. Cuando mis hijos eran más chiquitos lo disfrutaban y ya de adolescentes no tanto. Soy una agradecida con el público. Puedo percibir su admiración y mi familia se siente muy orgullosa.
Yo digo que desde temprano fui bendecida con el éxito, se dio desde que pasé un examen en bachillerato, desde que ingresé a la universidad. Las metas son ladrillos que juntos van formando un edificio. Al éxito lo tengo identificado desde el colegio. Debo confesar que también he tenido tropiezos que me han hecho crecer. Hubo momentos donde el éxito se daba más por estar expuesta al público, desde la época del reinado. Al lograr mi primer trabajo en televisión, significó mucho para mí. Me costó hacerme un espacio en la televisión colombiana, además no podía hacerlo hasta que no tuviera una licencia de locución, que era difícil de obtener. Cuando me la dieron empecé a trabajar en radio y luego en televisión. Recuerdo que fue una gran alegría tener ese papel, porque sabía que ese era el semáforo en verde para hacer lo que no había podido.
Desde que di este primer paso no he parado de trabajar. En más quince años de carrera periodística he cubierto la coyuntura latinoamericana y de Estados Unidos. Hoy la vida me dibuja un nuevo reto tras la elección de Donald Trump como presidente. Durante su campaña manifestó su desacuerdo con los medios. Los próximos cuatro años serán difíciles y entretenidos. Si va a ser como en la campaña, los periodistas vamos a tener mucho de qué hablar y mucho que soportar. Su elección es un desafío. La prensa debe tener muy claro a que el público esté informado, el acceso a la información es de todos, y eso tiene que tenerlo claro su administración. Se abre otra etapa, este es el presidente que escogieron los estadounidenses y yo, como de costumbre, daré lo mejor de mí”.
Foto: Miguel Enrique Gutiérrez
