La época dorada del fútbol colombiano tuvo su desencadenante, curiosamente, lejos del territorio nacional. Sucedió en Argentina con la huelga de la agremiación de jugadores que, pidiendo buenas condiciones laborales, se enfrentaron al gobierno de Juan Domingo Perón.
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Y ante la falta de soluciones, las grandes estrellas de ese país, entre ellos Alfredo Di Stéfano, decidieron migrar en búsqueda de salarios justos y equidad en las ganancias.
Y Colombia, por ese entonces con un torneo naciente, fue el lugar elegido no solo por Di Stéfano, el “Messi” de esa época, sino por Raúl Rossi y Adolfo Pedernera, este último el primero en arribar a Millonarios y convencer a los otros dos para que vinieran a Bogotá.
El Millonarios de los cincuenta modernizó el fútbol colombiano, que lentamente empezó a crecer gracias a las figuras extranjeras que arribaron a la liga.
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Millonarios en el viejo continente
El poderoso Millonarios, conocido como el Ballet Azul, obtuvo los títulos de 1951, 1952 y 1953, años en los que nuestro país acaparó la mirada del mundo, pues ya no fueron solo futbolistas argentinos, sino ingleses, húngaros, italianos y hasta yugoslavos los que quisieron estar en la que era vista como una liga competitiva.
Millonarios se dio a conocer en Europa y fue cuestión de tiempo, y dinero, para que Real Madrid fichara a Di Stéfano y, con su traspaso, iniciara el fin de una era sin parangón del balompié nacional, tres años en los que Colombia fue el centro, con estadios a reventar, con partidos históricos y figuras que luego se consagrarían en el Viejo Continente.

