El mundo despide a Maria Branyas, conocida como la ‘Super Avia’, quien falleció a los 117 años en la residencia Santa Maria del Tura en Olot (Girona). Esta catalana, que se había ganado el título de la persona más longeva del mundo en enero de 2023, deja un legado de sabiduría y bondad que su familia y seguidores en las redes sociales recordarán siempre.
“Ha muerto como ella quería: mientras dormía, tranquila y sin dolor”, indicó su familia por medio de una publicación que hicieron en X (antes Twitter).
Sigue a Cromos en WhatsApp¿Quién era Maria Branyas, la mujer que murió a los 117 años?
Maria Branyas nació el 4 de marzo de 1907 en San Francisco, Estados Unidos, pero a la corta edad de ocho años regresó a Cataluña, donde vivió el resto de su vida. Aunque alcanzó la fama en sus últimos años, fue en 2019 cuando decidió unirse a Twitter, plataforma en la que compartía sus reflexiones, consejos y vivencias con sus 13.600 seguidores.
“Un día que desconozco, pero que está muy cerca, este largo viaje habrá terminado. La muerte me encontrará gastada de haber vivido tanto, pero quiero que me encuentre sonriendo, libre y satisfecha”, fueron algunas de las palabras que dijo a su familia días antes de fallecer, mostrando su actitud positiva ante el inevitable final.
La ‘Super Avia’ no solo fue un ejemplo de longevidad, sino también de contribución a la sociedad. A los 116 años, decidió participar en un proyecto genético liderado por el doctor Manel Esteller, catedrático de la Universidad de Barcelona, para investigar el impacto del COVID-19 en las residencias. Este esfuerzo se convirtió en lo que ella misma denominó su “última contribución a la sociedad”.
Maria Branyas Morera is the supercentenarian who, at the age of 117 years, 73 days, became the world's oldest verified living person since the death of Lucile Randon (1904–2023).
— Massimo (@Rainmaker1973) May 16, 2024
There are some of her photos across two centuries.pic.twitter.com/R0ty3B5oEG
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En sus últimos días, Branyas mostró una serenidad admirable. “Me siento débil. Se acerca la hora. No lloréis, no me gustan las lágrimas. Y sobre todo no sufráis por mí. Ya me conocéis, allí donde vaya seré feliz, pues de algún modo os llevaré siempre conmigo”, expresó a su familia, dejando en claro su deseo de partir en paz.
Al conocer la noticia, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Salvador Illa, lamentó su muerte, resaltando que “perdemos a una mujer entrañable, que nos ha enseñado el valor de la vida y la sabiduría de los años”.
Maria Branyas será recordada no solo por su longevidad, sino por la manera en que vivió y cómo afrontó la muerte: con una sonrisa, libre y satisfecha.
*Contenido generado con asistencia de la IA.
