Al revisar los galanes de las casas europeas podemos destacar varios, seguramente los que primero se vienen a la cabeza son los dos príncipes, hijos del rey Carlos III de Inglaterra, Harry y William, tal vez porque esta corona es la más popular alrededor del mundo. Pero la verdad es que Suecia tiene su propia joya y es Carl Philip Edmund Bertil Bernadotte, o simplemente Carl Philip.
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El único hijo varón de los reyes Carl XVI y Silvia de este reino escandinavo, tiene 44 años, mide 1,80, melena y ojos oscuros, piel oliva, como si estuviéramos hablando de un príncipe del Mediterráneo, aunque en realidad se trata de uno vikingo, uno que tiene el poder de encantar a cualquiera que se pase enfrente.
Cuando Carlos Felipe nació era el primero en la línea de sucesión, pero debido a un decreto constitucional que se volvió vigente el primero de enero de 1980 perdió dicha calidad, dejando a su hermana mayor, la princesa Victoria, como la principal heredera al trono sueco.
El príncipe tuvo una educación ejemplar, lo mínimo si no, estudió diseño gráfico, siendo el dibujo y el diseño una de sus grandes pasiones; también economía de empresas y empezó a estudiar Ciencias Agrónomas en 2009. Asimismo, tiene una carrera militar que vale la pena mencionar, el servicio militar lo pagó a bordo de un barco de combate y actualmente es oficial de reserva.
Otros intereses de Carl Phillip comprenden el atletismo, el fútbol, la natación, el esquí y la navegación a vela, asimismo, es un aficionado de los carros y el automovilismo, de hecho, en 2008 participó en la Porsche Carrera Cup Scandinavia. Además, junto al diseñador Oscar Kylberg, tiene su propia empresa de diseño, comercializan accesorios para el hogar y hasta cuenta con una línea de vestuario para mujeres y hombres.
Naturalmente lo que queremos saber es cómo es la vida sentimental de este gallardo caballero, pero lastimosamente está casado desde 2015 e, inclusive, tiene tres hijos con la envidiable afortunada.
La historia de amor de Carl Philip y Sofía Hellqvist
Siempre fue uno de los solteros más codiciados de toda Europa, sostuvo un noviazgo de diez años (de 1999 a 2009) con la publicista Emma Pernald, una amiga muy cercana a su hermana menor, Magdalena, lo que la hacía una perfecta candidata bajo los ojos de sus padres. Pero luego conoció a Sofía Hellqvist, una exmodelo plebeya que no encajaba en absoluto con lo que quería la casa real.
Sofía venía de una familia popular sueca y tenía un pasado que no se acomodaba a lo que tradicionalmente esperarían de una princesa. Fue aspirante a Miss Splitz en 2004, lo que significaba que había posado para una revista para adultos, no estaba desnuda, pero sus pechos estaban cubiertos por una pitón. También participó en el decadente programa Paradise Hotel, tuvo una escena bastante llamativa, en la que besaba a la actriz porno Jenna Jameson.
Lo que parecía inicialmente como un capricho fue tornándose cada vez más serio a lo largo de los años, para 2013, cuando se pasaron a vivir juntos en un exclusivo apartamento privado en Djurgården eran muy claras las intensiones formales del príncipe. En esos años, su oficina se encargó de refinar la imagen exterior e interior de Sofía, dejándola con un CV digno de realeza.
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En junio de 2014 anunciaron su boda y al año siguiente tuvieron una boda de cuento de hadas, la ceremonia tuvo lugar en la Capilla del Palacio Real de Estocolmo y los casó el obispo emérito Lars Goran. La pareja de ensueño tiene tres hijos en la actualidad, todos hombres, Alexander, nacido el 19 de abril de 2016, Gabriel, el 31 de agosto de 2017 y, finalmente, Julian, el 26 de marzo de 2021. La familia real vive una vida muy tranquila, Sofía suele compartir fotos de lo rápido que crecen los pequeños y en los eventos públicos se le ve a la pareja compartiendo un amor que lleva más de una década.
