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Rania de Jordania, la reina que acaba con los estereotipos árabes

Además de ser todo un referente de estilo, la reina Rania de Jordania también tiene como misión acabar con los prejuicios contra su pueblo.

Por Ariel López
12 de noviembre de 2023
Rania de Jordania es la esposa del Rey Abdalá II.
Fotografía por: Getty Images

Es usual ver que el nombre de Rania de Jordania es contantemente protagonista de titulares por sus siempre acertadas estilísticas, sin duda es considerada una de las mujeres más glamurosas del mundo, pues tiene la capacidad de imponer tendencias y exponer diseñadores, por ejemplo, a finales de mayo de este año, para la graduación del colegio de su hijo menor, Hashem, se decidió por un vestido vino tinto y lila de la caleña Johanna Ortiz.

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Sin embargo, a pesar de todos los maravillosos outfits que hacen noticia a la consorte del reino hachemita, pocos conocen su historia, especialmente ahora que está cumpliendo 30 años de casada con el rey Abdalá II, decendencia directa del profeta Mahoma.

Los inicios de Rania de Jordania

Su nombre antes de casada era Rania Al-Yassin, nació en Kuwait, pero tiene raíces palestinas por parte de su padre Faisal Sidqi Al-Yassin, un médico que tuvo que huir del norte de Cisjordania en 1967 luego de la ocupación de tropas israelíes, su madre es İlham Yasin y sus hermanos, Majid y Dina. Tuvo una muy buena educación, de hecho, se graduó de Administración de Empresas en la Universidad Americana de El Cairo. En 1991, cuando ella tenía 20 años, tuvo que migrar una vez más debido a la Guerra del Golfo, y establecieron a Amán como su nueva residencia, lugar donde también cambiaría su vida para siempre.

¿Cómo se conoció Rania con el rey Abdalá?

Dos años después, la protagonista de esta historia fue invitada a una espectacular cena de la princesa Aisha, hermana del hoy monarca hachemí, “En el momento en que entró Rania, lo supe ahí́ mismo... Fue amor a primera vista”, confesó Abdalá a la revista People años más tarde.

Seis meses después el entonces príncipe se casó con la administradora que había trabajado para Citigroup y Apple, fue una boda muy discreta, no fue muy mediática, ocurrió en el palacio Zein el-Sharaf, en la capital jordana, la misma locación donde contrajeron nupcias el entonces rey Hussein y su cuarta y última esposa, Noor. El vestido que llevó Rania fue diseñado por el británico Bruce Oldfield, el mismo que vistió a Camilla, consorte actual de Reino Unido, para su coronación; era un vestido bastante original, con bordados dorados y una falda voluminosa, sin embargo, no llevó una tiara, escogió una diadema que rodeaba el moño alto del que salía su extenso velo.

Hay algo muy curioso que destacar y es que cuando Rania y Abdalá se casaron nadie imaginaba que él fuese a ser coronado rey, pues en 1993 el heredero al trono era su tío, Hassan bin Talal, por eso la boda no era considerada real, pues eran simplemente unos príncipes. Pero poco antes de morir, su padre, Hussein, lo nombró como su real sucesor.

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Abdalá se posicionó como soberano el 7 de febrero de 1999, lo que hizo que la kuwaití se convirtiera en la reina más joven del momento, en ese entonces tenía tan solo 28 años. El resto es historia, tuvieron cuatro hijos, Hussein (heredero al trono hachemita), Iman, Salma y Hashem.

Las causas que apoya la consorte del reino hachemita

A lo largo de su reinado, Rania ha dedicado su vida a diferentes causas sociales, con la educación, los derechos de las mujeres y de los niños, como su bandera. Su trabajo y estilo la han vuelto bastante reconocida en occidente, por ejemplo, en 2005 fue catalogada como la tercera mujer más bella del mundo según la revista Harper’s Bazaar y también Forbes la incluyó en su listado de 100 mujeres más poderosas de la Tierra.

Este año ha sido bastante movido para Rania, más allá de sus compromisos se debe a su familia, en marzo se casó la princesa Iman con el financiero Jameel Alexander Thermiotis, nacido en Venezuela y de raíces griegas; en mayo, como ya mencionamos, se graduó del colegio el menor, Hashem; y en junio se contrajo nupcias el heredero al trono, Hussein, totalmente por amor, con la arquitecta de origen saudí, Rajwa al Saif, un enlace que supone el fin de las enemistades entre ambos reinos árabes y una mujer a la que muchos ya llaman la nueva Rania.

Por Ariel López

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