Este año mi vida cambió radicalmente. Desde 2016, en mi cabeza ya no estoy solo yo. Tuve un hijo y conocí un amor incondicional. Él depende de mí y yo lo entrego todo por él. Ser mamá transformó mis pensamientos, mis paradigmas, mis conocimientos. Lo que sabía hasta ahora es diferente, por eso, estos doce meses han sido violeta, un color renovador, para limpiar energías y renacer. Mi hijo fue el mayor trofeo que recibí este año. Fue una victoria espiritual, de amor, de vida, de aprendizaje y de plenitud.
Para mí fue un año perfecto, porque pude encontrar un equilibrio entre la satisfacción personal y la profesional. El cierre de 2015 con Bomba fue el impulso ideal para arrancar 2016: en noviembre recibimos una nominación a los Latin Grammy y encendimos el auditorio durante nuestra presentación con Will Smith. Ahí se prendieron los motores para recorrer estos doce meses recogiendo frutos, como el disco de oro por Amanecer, el premio a Artista Shock del año y el impacto internacional que tuvo el video de la canción Soy yo.
La mayor sorpresa de este año fue justamente el éxito de ese sencillo que habla acerca de ser auténtico, de ignorar las críticas y de asumir el matoneo con empoderamiento en estos tiempos de xenofobia, homofobia y machismo. La música atraviesa fronteras y mucha gente, alrededor del mundo, se sintió identificada con esta canción. Para rematar, los miembros del reconocido dúo The Chainsmokers hicieron una declaración pública en la que confiesan que son nuestros fans número uno. Hasta ahora solo es una confesión, pero esperamos poder sacarle provecho para los proyectos que vienen en 2017”.
Foto: David Schwarz.