Los villancicos con los que crecimos quedaron enquistados en el corazón. El que quiera olvidarlos la tiene difícil, pues son parte de la banda musical de la infancia; es imborrable y revive cada diciembre.
La Navidad es una temporada llena de alegría y celebración, pero también hay espacio para las canciones melancólicas que exploran la nostalgia y los sentimientos profundos.
Sigue a Cromos en WhatsAppPor ejemplo, ¿Mamá dónde están los juguetes? está vetado en varios hogares. Su letra casi que es política, y refleja la pobreza y la desigualdad que reina en Latinoamérica.
Venezuela es el país en el que se escribió este clásico decembrino. Su autor es el maestro Oswaldo Oropeza, quien hábilmente se basó en la figura del niño Jesús en vez de Papá Noel al momento de dar obsequios.
Villancicos deprimentes: otros clásicos que despiertan una tristeza
- Noche de paz: A pesar de ser una canción emblemática de la tranquilidad y la serenidad navideña, también puede resonar con tristeza debido a la reflexión sobre la paz anhelada en un mundo que, en muchos casos, sigue enfrentando conflictos y desafíos. Para la muestra un botón: la guerra que está acabando con Palestina.
- Amarga Navidad, de José Alfredo Jiménez: Es una ranchera que cada diciembre revive en México. “Diciembre me gustó/ Pa’ que te vayas/ Que sea tu cruel adiós mi Navidad/ No quiero comenzar el año nuevo/ Con ese mismo amor/ Que me hace tanto mal”, canta Jiménez en su canción.
- El tamborilero: Conocido por su narrativa sobre un niño pobre que ofrece su música como regalo al niño Jesús, “El Tamborilero” evoca sentimientos de humildad y sacrificio. La idea de dar lo que uno tiene, incluso cuando es poco, produce un sentimiento nostálgico.
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