Bora Bora, ¡el sueño de la naturaleza y la gastronomía!

El paraíso sí existe. En la isla del archipiélago de la Sociedad, ubicado en la Polinesia Francesa, hay maravillas imperdibles.

Por Redacción Gastronomía, El Espectador

02 de junio de 2016

Bora Bora, ¡el sueño de la naturaleza y la gastronomía!
Bora Bora, ¡el sueño de la naturaleza y la gastronomía!

Desde el aire se aprecia un inmenso archipiélago con una paleta de colores que abarca todas las tonalidades, desde el verde más suave hasta el azul más intenso. No cabe duda de que se está a punto de arribar a las islas paradisiacas de la Polinesia Francesa. El destino elegido por parejas de todo el mundo para su viaje de luna de miel. Es un lugar romántico y sensual con exuberantes paisajes, vegetación y fauna en estado puro. Como fondo de este increíble cuadro, un imponente mar color azul turquesa con bellas arenas blancas.

Este lugar que cautiva la atención es Bora Bora, al noroeste de Tahití, en el archipiélago de las islas de la Sociedad. Una vez en tierra el paisaje no puede ser mejor, las tonalidades de azul marcan la profundidad del agua. El tono más pálido indica menor profundidad, mientras que el más oscuro señala cientos de metros de hondura.

Sigue a Cromos en WhatsApp

El terreno no es tan extenso, apenas cuenta con 29,3 kilómetros cuadrados, está formado por un volcán extinto y una inmensa laguna separada del mar por una barrera de arrecifes. Uno de los planes imperdibles es visitar el monte Otemanu, el punto más alto del atolón de la isla, que se recorre desde la bahía de Vairau. El trayecto dura cerca de dos horas por un terreno pendiente, en cuyos costados se observan cabras salvajes. Una vez en la cima se entra a una gruta que impresiona por su gran tamaño y porque desde allí se puede apreciar el océano Pacífico.

Una vez en la laguna, las actividades que se pueden realizar son diversas. Los planes más concurridos son las excursiones en piragua o en catamarán, con una parada para hacer picnic, observar las mantarrayas o darle de comer a los tiburones. También es posible alquilar motos acuáticas o pequeñas embarcaciones para salir a pescar.

Casi toda la isla está rodeada de motus, unos pequeños islotes alargados que ostentan una vegetación bastante variada. Uno de los más fotografiados y visitados es el Motu Tapu, un escenario de una riqueza vegetal sin precedentes. Otro de los principales atractivos es el Lagoonarium, el mayor acuario al aire libre de Tahití, en el que los turistas pueden acariciar mantarrayas gigantes y admirar una infinidad de peces. También hay un centro de buceo completamente dotado y un jardín de coral, también llamado Zanja de las Rayas Leopardo.

Dentro de este magnífico escenario de lo que podría denominarse una isla virgen, aparecen esparcidos los bungalows, unas cabañas de paja enclavadas sobre el agua cristalina. La amplia y variada oferta de hoteles de lujo se concentran en esta porción de la isla, en donde los huéspedes que lo deseen pueden recibir el desayuno a bordo de una piragua y luego disfrutar de un día de sol, playa y mar.

Los más aventureros pueden optar por unos planes más arriesgados. Una buena opción es explorar el interior de la isla en un safari con vehículos 4x4. La mayoría de estas carreteras fueron hechas por el ejército estadounidense durante la operación Gato Montes a finales de los años 40 y principio de los 50.

Como en todo destino exótico la gastronomía es un aspecto que genera curiosidad. Los turistas quieren probar ingredientes distintos, platos con un sabor único. En Bora Bora la comida reina es el pescado y los mariscos, principalmente, la langosta. También se recomienda la sopa de pahua, los brochettes agridulces de mahi mahi y el plato más típico: la tamaaraa, un rollo de carne y pescado envuelto en hojas de plátano, cocinados sobre piedras calientes. La ananá (piña) y el coco son las frutas base para la preparación de una gran variedad de postres y bebidas.

 

Cómo llegar

Lo mejor es arribar a la capital de Tahití, Papeete, y desde allí tomar un vuelo directo que dura cerca de 50 minutos. También es posible llegar en helicóptero, avión privado o en barco. Para ir a Tahití hay vuelos directos desde Los Ángeles, Santiago de Chile y París.

Clima

La mejor temporada para viajar es entre mayo y junio, pues durante estos meses el clima es fresco y menos húmedo aunque llueve todo el año. Entre noviembre y abril hay vientos huracanados.

Planes para niños

Disfrutar de actividades recreativas en la playa, nadar con delfines o ir de excursión en camionetas por las carreteras destapadas de Bora Bora. Las aguas cristalinas son uno de los principales atractivos de Bora Bora

Hoteles

Bora Bora tiene una amplia oferta de hoteles exclusivos, que brindan una atención personalizada, gozan de un exquisito menú y carta de licores y cuentan con planes especiales para recién casados.

Planes

Lagunas exóticas: observar con snorkel los arrecifes de coral de estos lagos cristalinos, mientras las tortugas nadan alrededor.

Desayuno en canoa: empiece el día comiendo una variedad de frutas, panes y platos típicos a bordo de un pequeño bote adornado con flores.

Tiburones y rayas: a quienes les gusten los animales podrán alimentar a los representantes más dóciles de estas especies y nadar con ellos.

Comida

En esta isla es posible deleitar el paladar con la exótica fusión de la comida francesa y la asiática. Los restaurantes también ofrecen cartas con comida internacional.

Luna de miel

Bora Bora es uno de los destinos preferidos de los recién casados. Su paisaje lo hace un lugar romántico, tranquilo e íntimo. Los hoteles más cotizados son los que ofrecen la posibilidad de quedarse en un bungalow ubicado sobre el mar o con piscina privada. También hay actividades náuticas, paseos en minisubmarino o disfrutar de masajes tropicales en pareja.

 

Foto: Youtube. 

Por Redacción Gastronomía, El Espectador

Sigue a Cromos en WhatsApp
Este sitio usa cookies. En caso de seguir navegando se entenderá que usted ha otorgado una autorización mediante una manifestación inequívoca para su uso
Aceptar