Emilia Romagna

En Bogotá la “comida italiana” se reduce a pastas, lasaña, pizza y saltimboca de ternera. La cultura gastronómica italiana es ancestral y su riqueza y variedad inmensas. En la dichosa península, la Emilia Romagna, la tierra del parmesano, el prosciutto de Parma y el vinagre balsámico tienen una bien merecida fama.

Por D. Buenavida

05 de septiembre de 2008

Emilia Romagna

Quien arranca un restaurante en Bogotá con el nombre Emilia Romagna me imagino que sabe a qué voltaje se conecta. La experiencia con el restaurante me dio la impresión de que allí alguien sabe y sospecho que es el chef.

El lugar presenta su carta como un verdadero restaurante italiano. Se inicia con una lista de antipastos dividida en fritti, carni, formaggi y crostini. Son 29 platos entre $7.000 y $39.000. Continúa con tres zuppa de $9.000. Sigue la pasta. -19 entre pastas, risottos y gnocchis. Primo piati, 19 y 11 Secondi piati de pescados y mariscos con precios entre $18.000 y $39.000. Todos con  atractivos contornos. Para el final, cinco ensaladas entre $13.000 y $19.000, y cinco dolci. Carta de vino pequeña con precios entre $50.000 y $830.000.

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Basta de literatura y vamos a lo que venimos. Pedimos Tomate Arrosto. El tomate de muy buena calidad, algo que se está tornando difícil de encontrar en Bogotá, asados con albahaca y aceite de oliva: estaban deliciosos. Risotto gamberetti e piselli hecho con buen arroz del Po, camarones, arvejas y buen parmesano, cocido en su punto y excelente sabor. Linguini con tomate asado con una buena pasta. Ravioli Guancia, buena pasta, rellenos con cachetes de res con una salsa de queso taleggio; el relleno no estaba bueno y la salsa algo pesada. Creo que fue el único plato no del todo satisfactorio. Costola - Costillas de res al vino, blandas y de buen sabor con rica salsa de cebolla, un braseado bien logrado acompañado con papas fritas con cáscaras y aplanchadas.

Terminamos a la italiana, con una muy buena ensalada Tricolore de rúgula, endivias, radiccio, unas excelentes nueces caramelizadas, con una salsa de queso gorgonzola y balsámico. El postre fue una Torta di mandolle e mela, manzanas caramelizadas con pasta de almendras y helado de dulce de leche, los tres ingredientes principales bien equilibrados produciendo una mezcla agradable.

Creo que el chef cumple con el compromiso de preparar cada plato con esmero culinario, lo cual es raro en Bogotá, y lo que es más grave, poco exigido por quienes pagamos. Daniel Castaño aporta una culinaria seria a la gastronomía bogotana, algo que está faltando. La estructura de la carta es italiana, pero cada plato es muy grande, lo que impide seguir la secuencia tradicional italiana. Preferiría que cada plato fuera más pequeño y más barato, así podríamos disfrutar de una comida completa de antipasti a dolci.

Con satisfacción decimos que se come bien en la Emilia Romagna.

Calle 69ª N° 5-32. Teléfonos: 608 9670 - 255 6817. Bogotá.Secomebienaqui@gmail.com

Por D. Buenavida

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