/ Gustavo Torrijos
En este caso, la utilizaremos en un postre típico italiano que destaca por su sencilla preparación y por su enorme versatilidad: la panna cotta no es otra cosa que crema de leche saborizada a la que se le añade gelatina sin sabor y se refrigera. Así, admite infinidad de sabores, como vainilla, pistachos, ron, amaretto, naranja, frutos rojos, cardamomo, limonaria… entre muchos otros. Es la hermana de la crème brûlée, pero a cambio de esta se cuaja en la nevera y no en el horno. En este caso, utilizamos unos cascos de lulo hervidos con agua y azúcar en forma de almibar y decoración.
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Sigue a Cromos en WhatsAppINGREDIENTES
70 gramos de azúcar
70 gramos de agua
140 gramos de pulpa de feijoa
7 gramos de gelatina sin sabor
Agua para hidratar la gelatina
250 gramos de crema de leche montada
PREPARACIÓN
Llevar el agua y el azúcar a hervor para formar un almíbar base. Agregar la pulpa de fruta y hacer una mezcla homogénea. Hidratar la gelatina con agua fría, activarla en el microondas o en baño María y agregarla a la mezcla anterior. Poner esta mezcla en un baño María invertido (con hielo) para texturizar. Agregar la crema de leche montada con movimientos envolventes. Poner en un molde, refrigerar al menos dos horas antes de servir.