Salvar a los especiales

La cuarentena mundial ha asestado un duro golpe a los pequeños empresarios de cafés especiales. Nadie se salva: tiendas, baristas, tostadores, exportadores y caficultores. Todos tienen su cabeza en el cadalso.

Por Hugo Sabogal

17 de mayo de 2020

Pixabay

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El público local, mientras tanto, sigue tomando cafés comerciales y baratos. En esta cuarentena, dicha categoría ha mantenido su vigor gracias a una estructura de precios basada en el uso de materias primas de bajo costo.

Mientras tanto, para caficultores y emprendedores dedicados a cafés de especialidad la situación es angustiante, agravada por la caída de pedidos y de contratos en sus mercados internacionales, firmados con tostadores y tiendas especializadas, hoy cerradas al público. Para completar, estos cafés excelsos se venden en el mercado local por vía directa o por intermedio de tiendas especializadas locales, también en cuarentena.

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Algunos pequeños emprendedores han intentado recurrir a las abarrotadas redes sociales, donde ya no cabe un producto más, un taller más, una degustación virtual más. Porque a esto mismo están dedicados los comercializadores de vinos, destilados y cervezas.

Ante esta situación, muchos integrantes de la comunidad de los especiales se sienten tentados a regresar al rubro de los cafés de volumen, lo cual sería una catástrofe para un país productor en el que, por primera vez en su historia, sus granos seleccionados y cuidadosamente manejados han comenzado a resaltar las bondades de un territorio dotado de variados pisos térmicos, de interminables microclimas y de suelos únicos de origen volcánico, junto con una inmensa capacidad creadora individual.

La situación sería menos grave si los consumidores nacionales estuvieran dispuestos a aprender de café y a pagar mayores precios por mejores granos. Esto tomará tiempo en desarrollarse, en parte porque cambiar los hábitos implicaría un mayor gasto en el presupuesto familiar, justo cuando el empleo y los ingresos están en juego.

Algunas luces han comenzado a iluminar este oscuro panorama en la contraparte del negocio, es decir, en las agrupaciones de tiendas y pequeños y medianos tostadores de Estados Unidos y Europa. Recientemente, comenzaron a señalar que la salida solo será posible si los cultivadores se sientan a la mesa para hablar en condiciones de igualdad.

Un artículo publicado esta semana por el Daily Coffee News, asociado a la revista especializada Roast, recoge las impresiones de un panel de expertos agrupados bajo la sombrilla de la llamada Specialty Coffee Transaction Guide, que promueve prácticas justas.

Para los participantes ha llegado la hora de apartarse del modelo de competencia pura y dura y buscar un camino compartido. Para unos y otros, la empatía colectiva generada por el COVID-19 comienza a despuntar como única salida.

Quizás la crisis del COVID-19 termine siendo la ruta para corregir los desequilibrios que han afectado el negocio del café durante largas y penosas décadas, en las que ha primado esa injusta ecuación de “comprarles barato a ellos para nosotros vender caro”.

Nota: Tiendas o marcas para explorar; Amor Perfecto, Azahar, Café Botánica, Café del Eje, Café Cultor, Catación Pública, Catuai, Colo, Juan Valdez Orígenes, Jesús Martín, Mesa de los Santos, Pergamino, San Alberto, Varietale, Xué.

Por Hugo Sabogal

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