Se mueve en la cancha con rapidez y diligencia, señala dónde faltan defensas y recorre todo el campo hasta anotar goles o celebrar con quien los marca. Ella es Jenny Beltrán, la capitana del equipo de fútbol especial de Compensar, que al igual que sus integrantes dejó todo en la cancha en la pasada XXV Olimpiada Fides Compensar, celebrada a comienzos de julio en Bogotá.
Jenny, bogotana de 35 años encontró en el fútbol un lugar para desarrollar su potencial como líder. “Estoy muy contenta, y agradecida con todo lo que he aprendido”, cuenta con emoción, mientras sus ojos cafés oscuro brillan con intensidad.
Sigue a Cromos en WhatsAppAcaban de terminar el primer partido que jugaron contra Chile. Aunque el resultado los dejó por debajo de sus “rivales” ella está alegre, emocionada, agradecida. “Venimos es a gozarla, a disfrutar estos momentos y a soñar. Tenemos que vivir la vida”, le cuenta a Cromos.
Beltrán juega como lateral y tiene tan clara sus funciones en la cancha como su delantero favorito, Falcao García, “debo cubrir a mi compañero del otro equipo, no dejar que nos metan gol, indicarle a mi compañera que corra para un lado o para el otro, hacernos pases y estar unidos”, posee la seguridad de quien lidera un equipo especialmente inspirador integrado por personas con discapacidad cognitiva.
Esta capitana, como también es llamada por sus compañeros, siempre busca dejar el nombre del equipo en alto. Espera que el día que se gradúe del programa Enlaces, de Compensar, en más o menos dos años, quien asuma su rol, “lleve al equipo con alma, emoción y alegría. También me gustaría que otros chicos estén apoyados por sus padres, por los profesores, por amigos y por vecinos. Es un deporte para gozar, para disfrutar y para vivir”, dice.
El fútbol, un deporte para renacer
Una de las mayores motivaciones de Jenny ha sido su familia, especialmente sus abuelos, doña Ana Rosa y don Pedro, ya fallecidos, a quienes recuerda con amor y nostalgia “No solo fueron mis abuelos, fueron mis padres, me criaron y me dejaron muchas enseñanzas, como que soy capaz, que puedo dar más de mí y mostrarles a las personas que están a mi alrededor, quién soy”.
Jenny está rodeada de amor, de sus padres, cuenta que, siempre cuenta con ellos, aunque no viva juntos. Ahora vive con su tía Alice con quien ha cultivado una cercanía como de madre e hija. “Ha estado conmigo en todo. Me ha apoyado, nos contamos todo. Reímos y lloramos. Todos mis logros son para ella”, relata con sentida gratitud.
Jenny, quien tiene una condición de discapacidad cognitiva leve, considera este diagnóstico como una fortaleza. “Sé leer, escribir y aprendo las cosas rápido y también tengo las capacidades para apoyar a otros compañeros para que también triunfen, salgan adelante, jueguen y disfruten”, asegura.
Por esto mismo considera que Enlaces ha sido lo mejor que le ha pasado. Le permitió renacer, luego de entrar en un periodo de duelo por la pérdida de sus abuelos. “Volví a encontrar la luz que hay en mí. Estoy animada y así puedo transmitirles ese ánimo a mis compañeros”.
Enlaces es un programa de Compensar dirigido a personas con discapacidad cognitiva que promueve sus habilidades y les ayuda a fortalecer su proyecto de vida.
“Me gustaría que más chicos entraran para que conozcan Enlaces, experimenten estos deportes, interactúen con otros compañeros. Saber cuál es su condición y apoyarlos en lo que necesiten”, concluyó.
