Las promesas sexys de las últimas décadas

Por: 

Mirla Villadiego Prins y Érika Martínez Cuervo.

Los 80 llegaron con su estética estrambótica y el lenguaje publicitario no fue ajeno al fenómeno, reforzado por el boom de los medios de comunicación. Entonces, la experiencia de pertenecer a un colectivo fue prioritaria y los avisos estaban dirigidos a expresar cómo ser más feliz en grupo, mientras se compartían los productos cool del momento. Las audiencias de consumidores estuvieron encabezadas por los adolescentes y los adultos jóvenes. Bosi sedujo con sus avisos de doble página en los que salían grupos de jóvenes chic acompañados de mensajes como: “Muchos nos desean. Tú puedes tenerlos”. 

1990. 

Bosi y una nueva idea de ser joven

Con una frase de doble sentido, esta marca de productos de cuero promueve un estilo de vida. Fue una de las que más pautó en Cromos en la década del 90. 

La música, la televisión, el cine y los videojuegos fueron las influencias más directas. Nació una cultura visual atravesada por la tecnología y, desde ese entonces, la imagen ha hecho de las suyas. La publicidad se llenó de modelos que imitaban a las grandes estrellas de los videoclips y de la televisión. La industria nacional vistió modelos locales que no pasaban de los 35 para promocionar prendas coloridas y brillantes de empresas como Caribú, Lafayette, Enka y Pat Primo. Los espacios publicitarios de la televisión y la radio le robaron capacidad a los impresos y las revistas se la jugaron por el lenguaje directo que los medios audiovisuales impusieron. Cromos  no fue la excepción y se ajustó a los cambios. 

2000.

Natalia Paris y Giorgio Capriani

En los 90, las modelos y actrices nacionales se consolidaron como las protagonistas de la fotografía publicitaria. 

Por su parte, la mujer —cada vez más consentida en Cromos— empezó a asumir el rol de la ejecutiva contemporánea. Se construyó una imagen que oscilaba entre lo informal y lo elegante. En las nuevas formas de ser y de pensar que se asomaron en las páginas de la revista, los estudios de audiencias y las estrategias de mercado estuvieron a la orden del día. Pero más allá de arrojar diferencias, de repente todos empezaron a soñar con lo mismo, incluso con ser estrellas de cine o a subirse a un escenario. Y en la última década llegaron los realities para regalarle ese cuarto de hora de popularidad o impopularidad a los concursantes. Desde la irrupción de internet en los 90 se reforzó la idea de poder acceder a todo y ni qué decir de la era actual de las redes sociales, que demanda agresivas estrategias para que la publicidad siga su dinámica vertiginosa. 

1988.

Las gaseosas light

La década de los 80 empezó a promover con fuerza el cuidado de la figura, las bebidas bajas en calorías, como Diet Coca-Cola, hicieron parte de esa tendencia. 

Las frases publicitarias se volvieron más directas y cortas, y las fotografías copiaban las últimas tendencias de la producción audiovisual, dos elementos claves en el diseño de los avisos. Los modelos, cada vez más sofisticados, siguieron los estándares de belleza internacional. A esto se sumó el hábito del cuidado nutricional, con la proliferación de productos light, que conquistaron el mercado. A finales de los 80, la Coca-Cola dietética era la bebida oficial del Concurso Súper Modelo del Mundo, bajo el lema "Vive más con menos". 

1960.

Bebida instantánea

El clásico Milo que ha alimentado a generaciones enteras. Este tipo de productos venden ideas de bienestar y salud para todos los miembros de la familia. 

En medio de esta imparable tendencia, se posiciona la llamada cultura del entretenimiento, con fiestas populares, conciertos, espectáculos y festivales promocionados como espacios para la felicidad y la desconexión. Las industrias licoreras y de tabaco sacaron provecho de este espíritu rumbero, y marcas como Aguardiente Antioqueño, Ron Viejo de Caldas, Aguardiente Néctar, whisky Johnnie Walker y vodka Absolut, entre otras, publicaron avisos que se conectaban con esa idea de relajación. Los avisos de licores apuntaban a vender placer y los de tabaco, elegancia y formas de conquista. Marlboro, Kent, Royal, Mustang y Pielroja eran los cigarrillos de mayor consumo y se dirigían a públicos distintos. 

1988. 

El cowboy que más vende

El vaquero de Marlboro es uno de los íconos de la publicidad más reconocido. Su imagen sexy y misteriosa es reconocida en todo el mundo. 

El entretenimiento masivo estuvo a cargo de la televisión y, hacia la mitad de los 80 y los 90, las productoras nacionales se encargaron de importar series que capturaron públicos de todas las edades. Los dramatizados nacionales también tuvieron su boom publicitario, e incluso vimos a protagonistas de novela anunciando productos, como Víctor Mallarino con la cámara filmadora de Panasonic, llamando a “atesorar los más gratos recuerdos”. Asimismo, deportistas como ‘el Gato’ Pérez o Radamel Falcao García promocionaron artículos de lujo, y hasta vimos a James Rodríguez vendiendo ropa interior.
Así, entramos al nuevo milenio y, en 2000, el avance imparable de la tecnología impuso otras formas de diversión. Los aparatos a nuestro alcance, cada vez más pequeños y prácticos, nos permitieron acceder específicamente a lo que queríamos consumir, lo cual limitó la necesidad de la oferta. Cromos se dejó seducir por esta explosión de sensaciones por las que pasa una publicidad selectiva. 

2013. 

Nuestra cerveza

Esta águila es uno de los signos que identifica nuestra tradicional cerveza Aguila, un producto que acompaña los momentos alegres de los colombianos. 

Ahora, de las ilustraciones que aparecían en los avisos de las primeras revistas emerge cierta nostalgia: mujeres que posaban en sillones decorados para promocionar medias de seda o perfumes europeos; hombres maduros que lucían sombreros y bastones con elegancia. Cien años después, los avisos en papel satinado de hombres y mujeres en poses sexys y atrevidas nos invitan a lucir más jóvenes y seguros, a llevar una vida independiente y exitosa. Los avisos siguen seduciéndonos, vendiéndonos la idea de la felicidad. Cromos ha comprobado durante un siglo que el consumo da placer, aunque nos cueste. 

2015. 

Tecnología de punta

Samsung ha sido una de las marcas que más han consumido las personas en las últimas décadas por su variada oferta de productos.