8 consejos infalibles para fomentar la lectura en tus hijos
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Deja abierta siempre la puerta hacia un próximo encuentro. Elije con ellos un momento del día para volver a hacer esta actividad.
Crea un ambiente propicio para la lectura, es más que disponer de un lugar adecuado. Hace referencia a lograr que se respire el gusto por la lectura, transmitirles a los niños que se puede leer por placer, en cualquier momento o lugar.
Cuéntales a los niños que vas a leerles una historia, asegúrate de que estén interesados y define con ellos el lugar para la lectura.
Establece una norma para el momento de la lectura: todos deben estar en silencio y atentos antes de empezar a leer.
Comienza con un tono de voz suave, amable, pero firme. Léeles pausadamente con voz clara y si quieres, utiliza diferentes tonos de voces.
Preséntales el libro que leerán, el título y autor. Pregunta si lo conocen o se imaginan de qué se trata. Si el libro tiene ilustraciones, permite que los niños las vean a medida que vas leyendo.
Si los niños quieren, porque saben leer y lo desean, organicen turnos para leer en voz alta. Si los niños no comprenden alguna palabra o frase, detente y explícala con tus propias palabras.
Ellos también pueden hacer aportes. Luego de leer, conversen sobre lo leído como quien charla a la salida de algún espectáculo sobre lo que vio. Qué les gustó o sencillamente sobre similitudes y diferencias de lo oído.
Deja abierta siempre la puerta hacia un próximo encuentro. Elije con ellos un momento del día para volver a hacer esta actividad.
Crea un ambiente propicio para la lectura, es más que disponer de un lugar adecuado. Hace referencia a lograr que se respire el gusto por la lectura, transmitirles a los niños que se puede leer por placer, en cualquier momento o lugar.
Cuéntales a los niños que vas a leerles una historia, asegúrate de que estén interesados y define con ellos el lugar para la lectura.
Establece una norma para el momento de la lectura: todos deben estar en silencio y atentos antes de empezar a leer.
Comienza con un tono de voz suave, amable, pero firme. Léeles pausadamente con voz clara y si quieres, utiliza diferentes tonos de voces.
Preséntales el libro que leerán, el título y autor. Pregunta si lo conocen o se imaginan de qué se trata. Si el libro tiene ilustraciones, permite que los niños las vean a medida que vas leyendo.
Si los niños quieren, porque saben leer y lo desean, organicen turnos para leer en voz alta. Si los niños no comprenden alguna palabra o frase, detente y explícala con tus propias palabras.
Ellos también pueden hacer aportes. Luego de leer, conversen sobre lo leído como quien charla a la salida de algún espectáculo sobre lo que vio. Qué les gustó o sencillamente sobre similitudes y diferencias de lo oído.
Deja abierta siempre la puerta hacia un próximo encuentro. Elije con ellos un momento del día para volver a hacer esta actividad.