El rejuvenecimiento vaginal no es seguro

Un mal procedimiento podría llevar a que se produzca dolor durante las relaciones sexuales, así como otras molestias urogenitales.

Por Redacción Cromos

18 de agosto de 2018

Getty

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Cada día es más frecuente que las mujeres recurran a esta cirugía para sentirse seguras de sí mismas. Aunque en un principio era una alternativa que se veía con pudor y, para algunos, incluso era un tema de mal gusto, ahora el rejuvenecimiento vaginal está rodeado por el halo del feminismo, con esa idea de “No está mal sentirnos bien” y “Nosotras somos las únicas dueñas de nuestro cuerpo”. El procedimiento consiste en apretar, refrescar y, en algunos casos, ‘devolver la virginidad’ a las mujeres por medio de una cirugía estética o un tratamiento láser (te puede interesar: Vaginoplastia, remendar lo descocido).

 

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A pesar de su creciente popularidad, recientemente la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) declaró que estos procedimientos pueden ser más dañinos que beneficiosos. Su anuncio se centró específicamente en los tratamientos con láser, que se ofrecen como si fueran menos riesgosos e invasivos que la cirugía aunque no haya literatura científica que lo corrobore.

 

Los investigadores de la FDA advirtieron que el daño de tejido y la remodelación podrían aumentar las posibilidades de sufrir dispaurenia (dolor durante las relaciones sexuales), de que la penetración sea más difícil y de que se produzcan otras molestias urogenitales que afectarán la vida de las mujeres (también puedes leer: Cuando el sexo duele).

 

The Cut anunció que, adicionalmente, algunos especialistas también han denunciado que estas cirugías se están ofreciendo como si fueran necesarias en términos médicos para convencer a las mujeres, especialmente a las más jóvenes, de que se animen a entrar al quirófano. En realidad, ninguno de estos procedimientos es recomendado por ginecólogos y obstetras para tratar problemas de salud, es una moda que surge como una respuesta a las normas sociales que determinan cómo debe verse el cuerpo femenino.

 

Por estas razones, la FDA ha declarado que estos tratamientos no están aprobados y podrían asociarse con serios eventos adversos, dentro de los cuales están: “Quemaduras vaginales, cicatrices, dolor durante el acto sexual y dolor crónico”. Por esta razón, aquellas mujeres que han considerado la posibilidad de un rejuvenecimiento vaginal deberían tener en cuenta los riesgos y cerciorarse de que el especilista que las atenderá es confiable.

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