Las razones por las cuales los niños se frustran pueden ser variadas, desde enojarse porque no logran, por ejemplo, llevar a cabo una tarea o ganar en un juego, o porque no se les da lo que quieren en algún momento.
La resiliencia es un término nuevo que ha tomado mucha fuerza por estos días. “Se trata de una habilidad de vida necesaria en el individuo para que pueda prosperar dentro de la sociedad. Si no se fomenta desde la infancia será una carencia que tendremos en el futuro y por lo tanto nos veremos enfrentados a mayores casos de enfermedades emocionales y mentales”, dice la experta.
Ser resiliente es se capaz de sortear las adversidades de la vida, superarlas y transformarlas. “Entre más oportunidades tenga el niño de sortear las frustraciones con el acompañamiento y apoyo del adulto, mejor podrá aprender esta habilidad”.
¿Cómo ayudarles?
Evita rescatarlo de la frustración y en su lugar permítele sentir la emoción, sin intervenir o minimizar la situación. Por ejemplo: Si el niño se frustra porque no logra hacer una tarea, evite hacerla por él o ella.
Entiende su frustración, por pequeña que sea. Exprésale empatía diciéndole: “sé que te sientes frustrado, cuando no logras hacer la tarea”.
Una vez has empatizado, anímalo para que intente nuevamente la tarea y muéstrale pequeños pasos, para que gane confianza en sí mismo.
Cuando el sentimiento de frustración se debe a una pérdida o duelo será importante acompañarlo durante el proceso con un especialista.
Confía en la capacidad de tu hijo para sobreponerse ante las decepciones. Si tú crees en él, él también lo hará.
Invítalo a reflexionar a través de preguntas acerca de la manera cómo logró manejar la frustración. Por ejemplo: ¿cómo lograste calmarte? ¿cómo notaste que manejaste esta vez tu enojo?. Así le permitiras revisar su propio proceso y sentirse capaz.
Capacítalo en recursos a los que pueda acudir: diseña con él una lista de opciones que puede usar para calmarse, puede ser tomar un vaso con agua, cambiar de actividad, escribir, escuchar música, estar en silencio, etc.
Consejo Mi bebé
La resiliencia no se desarrolla si actúas de manera permisiva y cedes ante los ruegos o suplicas de los niños, para que no sientan frustración.