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Estética y belleza en el embarazo

Recuperar la figura después del parto es posible. Lo más importante es la mentalidad positiva, la persistencia, la dieta y el ejercicio.

Por Redacción Cromos
12 de diciembre de 2016
Estética y belleza en el embarazo

 

Es común que, durante el embarazo, surjan estrías, ya que la piel se estira y quiebra las fibras elásticas. Estas marcas suelen aparecer al final del tercer trimestre, cuando el útero ha crecido en proporción al tamaño del bebé que viene en camino. El extracto de caléndula, la manzanilla, la lavanda, el romero, las vitaminas A y E y los aceites son ideales para controlarlas. Productos que contengan PurCellin Oil son una excelente opción.

 

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Consume jugos con alto nivel de vitamina C, para activar el colágeno de la piel.

 


Humecta la piel después de cada baño, recurre a cremas hidratantes o aceites naturales de almendras o de coco, o a productos especializados.

 


Los tintes elaborados con ingredientes naturales, que no contengan amoníaco, pueden ser usados durante el embarazo. Sin embargo, es mejor abstenerse de hacerlo durante el primer trimestre de gestación.

 


A partir del segundo trimestre, las zonas más propensas a la formación de estrías son el abdomen, el pecho, la parte baja de la espalda, la cadera, los glúteos y los muslos. Ten en cuenta que, una vez que se forman las estrías, jamás desaparecen, pero productos aceitosos no grasosos con propiedades regeneradoras, antioxidantes son muy útiles.

 

 

Es el momento de: 

 

 

Evitar los ayunos prolongados: ten, al menos, cinco comidas equilibradas al día. 

 


El consumo de café. Los especialistas aseguran que se debe limitar a una taza de 300 ml (11 onzas) al día, ya que la cafeína es un estimulante, que acelera el ritmo cardíaco, aumenta la presión sanguínea, puede causar insomnio, nerviosismo, dolores de cabeza y acidez estomacal.

 


Evitar los azúcares y la ingestión de grasas, ya que aumentan el peso sin aportar suficientes nutrientes. 

 


El consumo de sodio. La sal fomenta la retención de líquidos y puede influir en que el bebé nazca bajo de peso.


 

Hacer dietas y eliminar la ingestión diaria de alimentos, como proteínas, frutas y verduras. Todos ellos aportan contenido nutricional importante al cuerpo que, luego, será utilizado por el bebé en formación.


 

Consumir alimentos crudos, como mariscos o carnes, puesto que tienen mayor probabilidad de traer ciertos parásitos o bacterias que las carnes cocidas.


 

Nunca comer frutas y verduras sin lavar previamente, ya que bacterias, como la salmonella, la E. coli y algunos parásitos, como el toxoplasma, pueden alojarse en la piel de estos alimentos, que suelen consumirse crudos.


 

No dormir boca arriba cuando el embarazo esté avanzado, ya que el útero se apoya sobre la columna, los intestinos y la vena cava inferior, que es la encargada de transportar la sangre de la mitad inferior del cuerpo hacia el corazón, lo que ocasiona dolores de cintura, digestión lenta, molestias respiratorias y taquicardia.


 

No someterte a rayos X ni a radiación.

 

 

Foto: Istock.

Por Redacción Cromos

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