Enfermedades digestivas
Realizar controles regulares del peso y de la talla son recomendables desde el primer mes. Los problemas nutricionales son comunes, pero hay muchas más razones por las cuales el bebé puede no estar en el peso y la talla adecuados, ya sea por carencia, es decir, porque no está recibiendo la alimentación adecuada, o por enfermedades crónicas, como alergias alimentarias o infecciones que se pueden notar en deposiciones con sangre.
Fiebre
Los recién nacidos pueden elevar o disminuir su temperatura fácilmente porque su sistema de regulación de temperatura es inmaduro, y además no tienen grasa en su cuerpo, así que a veces por estar en lugares calurosos o por estar muy abrigados su temperatura puede subir, la calentura puede ser síntoma de deshidratación, pero si ninguno de estos tres factores se presenta la fiebre estará relacionada con una enfermedad infecciosa como la septicemia, la neumonía o la meningitis.
Meningitis
La meningitis que afecta a bebés desde el nacimiento hasta los dos o tres meses se denomina meningitis neonatal. Ya sea viral o bacteriana, puede ser muy grave, y cualquier retraso en iniciar el tratamiento podría llegar a causar sordera, retraso mental y hasta la muerte. Los síntomas pueden ser somnolencia, fiebre, rigidez en el cuello, dolor de cabeza y sensibilidad a la luz.
Enfermedades respiratorias
Los papás deben estar entrenados en mirar cómo respira su bebé. Deben contar la frecuencia respiratoria a través de la caja torácica del niño. Un niño que presenta en los primeros dos meses por encima de 60 respiraciones por minuto es un niño con una enfermedad respiratoria grave. Entre los 2 y los 12 meses los niños no deben tener más de 50 respiraciones por minuto, mientras que después del año no deben sobrepasar las 40 respiraciones por minuto.
Hipoglicemia neonatal
Si el niño no llora, es hipoactivo, si tiene periodos de sueño constante de más de seis horas en el primer mes, puede tener un riesgo de hipoglicemia que traería consecuencias muy graves para el desarrollo del niño. La hipoglicemia es más común en niños que nacieron prematuros, que tienen una infección grave o necesitan oxígeno después del parto, cuya madre tiene diabetes (estos niños a menudo son más grandes de lo normal), con niveles bajos de hormona tiroidea (hipotiroidismo), que presenten crecimiento deficiente en el útero durante el embarazo o que son de menor tamaño de lo normal para su edad gestacional.
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