
Hay señales que van más allá del rebote. / Getty
Las náuseas, el retraso en el periodo menstrual y los antojos no son los únicos síntomas que pueden indicar que estás embarazada. Si presientes que algo anda diferente en tu cuerpo, puedes estar atenta a las siguientes indicaciones de tu organismo:
1. Insomnio
La falta de sueño puede relacionarse con el embarazo. Tu cuerpo es consciente de que algo nuevo está pasando y se mantiene alerta a esas transformaciones.
2. Cambios en los ojos
Si tienes los ojos secos, los párpados hinchados y la luz te genera sensibilidad, vale la pena acudir a un médico.
3. Ganas de llorar incontrolables
La montaña rusa hormonal del embarazo puede producir cambios de humor inexplicables, entre ellos sensibilidad extrema y llanto que no ha sido provocado por una razón aparente.
4.Ganas frecuentes de ir al baño
Este es uno de los síntomas más comunes del embarazo y probablemente te acompañará a lo largo de nueve meses.
5. Sensibilidad en los senos.
Los pezones tienden a oscurecerse y los pechos se sienten más pesados y sensibles.
6. Sangrado en las encías
Las encías pueden hincharse e inflamarse, y cuando te cepillas probablemente sangran. Estás produciendo más sangre que antes para garantizar la vida de alguien más.
Es muy importante que estés alerta a todos estos síntomas si presientes que puedes estar embarazada, pero será el ginecólogo quien realmente confirme el embarazo mediante un análisis de sangre y una ecografía. Actualmente, la ecografía transvaginal se realiza a las pocas semanas del retraso de la regla y diagnostica de forma muy fiable el estado y la implantación del embrión.
Entre la cuarta y la quinta semana ya puede observarse la vesícula embrionaria y en la sexta ya podrá verse el embrión y escuchar el latido cardiaco. Si a partir de la sexta semana se ve a través de una ecografía transvaginal la vesícula embrionaria vacía, puede tratarse de un huevo huero (no existe el embrión aunque la prueba del embarazo haya sido positiva). Lo recomendable es esperar una o dos semanas para confirmar el diagnóstico.
Además, en este primer reconocimiento se confirmará una modificación del volumen y la forma del útero. Normalmente también se exploran las mamas. La modificación que se produce en ellas también servirá para corroborar el diagnóstico.
Esta primera cita debe hacerse una vez que sospeches que estás embarazada. No debe retrasarse, ya que la primera exploración resultará esencial para confirmar la implantación y asegurar el bienestar de la madre y el bebé.
