Los soliloquios en niños pueden desconcertar a muchos padres. Escuchar a su hijo conversar consigo mismo puede generar dudas: ¿está inventando amigos imaginarios? ¿Es una señal de inteligencia? ¿O podría indicar una condición como el Trastorno del Espectro Autista (TEA)?
Lo cierto es que hablar solo es más común de lo que se cree y, en la mayoría de los casos, es una herramienta natural para el desarrollo infantil.
Sigue a Cromos en WhatsAppHablar solos: un hábito más común de lo que parece
Según Adrián Garrido, psicólogo especialista en Trastornos del Neurodesarrollo, los soliloquios ayudan a los niños a estructurar su pensamiento, mejorar sus habilidades comunicativas y procesar información. Hablar en voz alta con uno mismo no es extraño en la infancia, especialmente en etapas tempranas.
Este hábito es aún más frecuente en niños con altas capacidades y en aquellos con TEA. Mientras que en los primeros es una forma de ordenar ideas y expresar pensamientos complejos, en los segundos puede ser un mecanismo de autorregulación emocional o autoestimulación verbal.
¿Amigos imaginarios o algo más?
Uno de los escenarios más comunes es que el niño hable solo mientras juega. En muchos casos, esto se relaciona con los amigos imaginarios, personajes ficticios con los que interactúan y crean historias. Este fenómeno no solo es completamente normal, sino que también es una señal de creatividad y desarrollo emocional.
Sin embargo, si el niño repite frases de manera constante, tiene dificultad para interactuar con otros o se aísla completamente en sus monólogos, podría ser conveniente observar su comportamiento más de cerca. En estos casos, un especialista puede ayudar a determinar si el soliloquio es parte de su desarrollo o una manifestación de una condición específica.
Altas capacidades vs. TEA: las diferencias clave
Aunque los soliloquios aparecen tanto en niños con altas capacidades como en aquellos con TEA, existen diferencias importantes:
- Niños con altas capacidades: suelen hablar solos para resolver problemas, analizar situaciones o inventar historias complejas. Sus monólogos son flexibles y reflejan un pensamiento lógico o creativo avanzado.
- Niños con TEA: suelen presentar soliloquios repetitivos o ecolalia (repetición de palabras o frases), que les ayudan a procesar la información y a autorregularse. En algunos casos, estos pueden interferir en la comunicación con los demás.
¿Qué hacer si su hijo habla solo?
Si su hijo habla solo, no significa que deba intervenir de inmediato. En la mayoría de los casos, es una señal positiva de desarrollo. Sin embargo, si este hábito persiste y afecta su socialización o desempeño escolar, puede ser útil considerar algunas estrategias:
- Observar el contexto: ¿habla solo mientras juega o también en situaciones sociales? Si el soliloquio interfiere en su comunicación con otros, puede ser necesario intervenir.
- Fomentar la interacción social: invitar a su hijo a expresar sus ideas en conversaciones con otros puede ayudar a equilibrar su lenguaje autodirigido.
- Consultar con un especialista: si los soliloquios son excesivamente repetitivos o afectan su desarrollo, un psicólogo infantil puede evaluar si se trata de una característica del desarrollo o de una condición como el TEA.
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Es importante tener en cuenta que escuchar a un niño hablar solo puede ser intrigante, pero en la mayoría de los casos, es una manifestación natural de su desarrollo cognitivo y emocional.
Más que preocuparse, lo importante es comprender qué función cumple este hábito en su crecimiento. Ya sea que esté organizando su pensamiento, imaginando nuevas historias o simplemente expresando su creatividad, lo mejor que puede hacer es observar, comprender y, si es necesario, guiar su proceso de una manera saludable y respetuosa.
