¿Cómo encontrar el vestido de novia ideal?

La elección del traje define el espíritu de la boda. El proceso, complicado o sereno, se teje en las costuras de esta fundamental decisión.

Por Beatriz Arango
28 de septiembre de 2019
¿Cómo encontrar el vestido de novia ideal?
El 70% de lo que se exhibe en 'De novia a novia' es usado. / Fotos: cortesía La Esposa y Milla Nova

El 70% de lo que se exhibe en 'De novia a novia' es usado. / Fotos: cortesía La Esposa y Milla Nova

El vestido de la novia lo expresa todo. Lo concentra todo. Y como cualquier todo, está compuesto de partes que necesitan entrar en sincronía. Durante la elección de esta prenda se escuchan muchas voces: la propia, la de la madre, las de las amigas, la de los asesores de imagen, la de los planificadores de bodas… Tantas voces y al final, una decisión.

Liliana Agudelo buscaba un traje que reflejara al 100% su personalidad. “Era definitivo que fuera la manifestación del estado de mi alma, una pieza que me hiciera sentir hermosa y segura”.

Y sobre el entorno, añade con certeza: “Cuando uno busca un vestido de novia solo hay dos personas que importan realmente: yo y cómo me siento, y cómo me verá mi futuro esposo. Es a él a quien quiero sorprender. Por eso es tan importante que el vestido refleje lo que sientes, lo que piensas, lo que eres…”.

Sigue a Cromos en WhatsApp

Y en este recorrido, que a veces angustia y muchas más emociona, es necesario estar rodeadas de profesionales, de personas con un alto nivel de empatía, que sepan entender los estados de ánimo, las necesidades y, especialmente, hacer realidad ese sueño de la novia, que no es más que verse y sentirse única.  

“Estos meses previos al matrimonio he trabajado cada detalle con el propósito de que cada experiencia  –las tarjetas, la elección del menú, las flores, el vestido y demás– la pueda disfrutar a la luz de una novia entusiasmada y tranquila”.

Y es que Liliana reconoce que este ha sido un camino transitado a su manera: pausado y estéticamente cuidado. “He tenido claro que, aunque me quiera ver radiante no quiero pasar por la preocupación de unos kilitos de más o terminar en discusiones tontas, producto de la ansiedad y del estrés. Este camino es para ser feliz y gozársela. Así, tomar decisiones es más fácil”.

Al casarse con Andrés Montoya, Mariana se encargó de todos los detalles y, meticulosa como es, anotaba cada parte del proceso, cada proveedor y cada cita en una libreta morada. En ese recorrido, enamorada del aprendizaje que adquiría, entendió que lo podría utilizar para emprender.

Con su experiencia, como novia y emprendedora, anota: “Una novia busca comodidad en el vestido como pieza de vestir y en la experiencia del proceso de búsqueda”. Por eso creó el espacio 'De novia a novia', que ya va por ocho ediciones, en Medellín y Bogotá. Un evento en el que las mujeres pueden vender sus vestidos y compartir con otras esa felicidad que les dio lucirlos. La idea, de ella y su socia, partió de sus vivencias personales. “Pensamos en lo que nos gustó o en lo que no hubiera gustado vivir cuando buscábamos nuestros vestidos. En este proceso se cruzan detalles tan fundamentales en un lugar como la luz, el espacio, el probador, el presupuesto, la asesoría permanente...”.

En 'De novia a novia' cada mujer tiene una cita de hora y media. Son recibidas con una postal y una invitación: ver todo con amor, empezando por el propio cuerpo, que debería analizarse en el espejo con afecto y positivismo.

Las preguntas sobre la ceremonia ayudan luego a dilucidar la mejor opción para la indumentaria nupcial: hora, lugar, número de invitados, clima, espacio (cerrado o al aire libre). Después viene el momento emocional: ¿qué se quiere expresar?, ¿cómo se quieren sentir?

Al final, otra invitación: no intentar complacer a otra persona. La novia es la novia y ella, con la mejor compañía, que es su mamá, saben cuál es el vestido soñado. ¿La clave? La sonrisa al salir del probador es la mejor señal de que es el vestido correcto.

“Asisto a las ferias más importantes del mundo (Chicago, Barcelona y Nueva York), buscando esos proveedores que marcan la diferencia. La clave ha sido que me arriesgo con vestidos y complementos innovadores, con la esperanza de que sean bien recibidos, pero con la certeza de que voy a ser la primera en tenerlos”.

Y, sin duda, lo ha logrado. En su boutique La Esposa Colombia, Liliana Agudelo encontró lo que anhelaba. “Cuando te paras al espejo, como por arte de magia, llega un destello de alegría y sonrisas que te dice: ¡Ese es! Y la expresión es ¡wow!”, comparte la novia.

“Me veo como una novia absolutamente feliz, cómoda. Con paso firme, caminando hacia el hombre que será mi esposo. Me veo radiante, con un aire fresco en el rostro y libre al caminar. Completamente cómoda, sin distractores”.

Hoy, Liliana ya tiene su vestido y está convencida de que “elegirlo sobrepasa cualquier estándar de moda. Para mí fue una experiencia mística porque, para mí, fue un estado del alma. Así de sencillo”.

La elección
A las novias les decimos: lo que quieras ponerte es lo que debes ponerte. El vestido te elige. Hay que darse la posibilidad de explorar y sorprenderse. 

No abrumar
La idea es que la novia se vaya feliz, con o sin vestido. Ofrecemos comodidad, compañía y asesoría.

Proyecto
Una boda es un proyecto creativo: hay administración de recursos, objetivos, proveedores y resultado final.

Segunda mano
En las primeras ediciones comprar un traje usado generaba reservas. Hoy es un concepto mejor entendido, porque ayuda al planeta, y hay más amor y orgullo por llevar un vestido que hizo feliz a otra novia.

*Anotaciones de Mariana Ramírez

Por Beatriz Arango

Sigue a Cromos en WhatsApp
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.