
Detrás de cada estrella en Cannes hay un estilista
En los 24 escalones legendarios que llevan a las salas del festival en el mundialmente famoso bulevard de la Croisette, cubiertos por 60 metros de alfombra roja que se cambia tres veces al día, las estrellas son blanco de fotógrafos, cámaras de televisión y por supuesto de las redes sociales.
"Tenemos una gran responsabilidad. En Cannes, se escudriñan las imágenes a una velocidad indescriptible. Al momento están en internet", dice el peluquero francés Stéphane Bodin, un asiduo del festival, donde se ha ocupado este año de las actrices Adèle Exarchopoulos y Sara Forestier, así como de dos modelos, la holandesa Doutzen Kroes y la estadounidense Lindsay Ellingson.
El consultor de Dessange, patrocinador oficial que ha enviado una treintena de peluqueros a Cannes, tiene una agenda milimétricamente cronometrada, desde las 7 de la mañana hasta la noche para que cada estrella a su cargo brille sobre la alfombra roja del Festival.
Conferencias de prensa, entrevistas, alfombra roja, cenas. Para cada ocasión, "en función de la ropa se define el look", contó. Un ‘corre corre’ permanente de suite en suite de hoteles cargando con los 18 kilos que pesa su maleta entre planchas para el pelo, pinzas, secadores y todo tipo de productos.
La preparación empieza varias semanas antes del inicio del festival, con el que colabora habitualmente.
"La ropa define el peinado" y éste debe poder hacerse en "treinta minutos", dice este experto, que alguna vez ha tenido que acabar de peinar a alguna actriz en el coche que la traslada a la alfombra roja.
"Hay que divertirse"
"Todo puede cambiar en el último minuto, por un capricho, porque la actriz quiere algo diferente", dice resignado. "Este año, la moda es recoger un lado del cabello y dejar suelto el otro".
Petra Nemcova
Los maquilladores tampoco tienen un momento de respiro. Sandrine Cano, de L'Oréal, otro de los patrocinadores oficiales, se ocupa entre otras de la francesa Léa Seydoux y de la española Rossy de Palma, miembro del jurado. Para la alfombra roja, prefiere "maquillajes elegantes, con una piel ligeramente satinada y una boca roja mate".
Léa Seydoux
Para el estilista, el peor fallo de buen gusto que un asistente a Cannes puede tener sobre la alfombra roja es la tímidez: "Hay que divertirse y dejar en el armario el vestido y los zapatos negros con el bolso de fiesta tipo clutch". Según Cano, estilos como el que lució Rihanna en la pasada Gala del Met, transmiten seguridad y audacia a la hora de tomar riesgos "las estadounidenses son las reinas de la alfombra roja mientras que las francesas a veces tienen miedo de parecer pretenciosas o fútiles".
Este año las escalinatas del Palacio de Festivales de la Croisette se han visto envueltas en la polémica por impedir el acceso en la alfombra roja a mujeres que llevaban zapatos bajos, pese a que las reglas de Cannes, que exigen smoking y vestido de gala, no habla nada de tacones.
El director artístico del festival Thierry Fremaux se ha visto obligado a pedir disculpas y achacó esta prohibición a "un exceso de celo".

