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Diana Crump, la reina del esmoquin femenino

Diana Crump se formó como diseñadora en Francia, donde diseñó textiles para la línea masculina de Hermés. Hoy, el Atelier Crump revoluciona armarios con su propuesta de esmoquin femenino en estampados vistosos.

Por Beatriz Arango
03 de septiembre de 2015
Diana Crump, la reina del esmoquin femenino

Diana Crump, la reina del esmoquin femenino

Todo empezó en una boda. Diana Crump fue la encargada de vestir al novio. A la hora de decidir qué ponerse, descartó de plano un vestido de fiesta. Simple, se dijo. Me hago un traje masculino, con un estampado chévere. Una solución práctica en ese instante, pero que cuando se piensa con detenimiento comporta el origen francés de su familia materna. Ese savoir faire, mezcla de refinamiento y sentido práctico, de la vida y de la moda.

El esmoquin marfil con enormes rosas estampadas, solapas de seda, y a la medida de la diseñadora, concitó comentarios y admiración. Una sorpresa como la que suscitó Coco Chanel en París en los años 20. Eso sí, Gabrielle estuvo rodeada de múltiples cuestionamientos, tanto, que a muchas mujeres que portaban pantalón les era negada la entrada a sitios públicos. Ella, que se cansó de montar a caballo con una enorme falda y de lado, o que fue de vacaciones a Venecia con su novio y mientras él llegaba presto a la góndola, ella se hacía cargo de su aparatoso faldón, decidió tomar uno de sus pantalones y adaptarlo a su figura. La sensación de comodidad, libertad y, cómo no, de empoderamiento que le otorgó la hasta entonces prenda masculina, llegó con fuerza. Gracias a Chanel, las mujeres conocimos las posibilidades de esta prenda y nunca la hemos abandonado. 

 

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La moda masculina, con sus formas simples y limpias, se traduce al universo femenino con imponentes estampados. Foto: cortesía Atelier Crump / fotógrafa Ana Lorenzana. 

 

Diana vivió siete años en París. Estudió Diseño de modas y entre una y otra pasantía obtuvo un empleo en la casa Hermés, donde llegó a ser diseñadora de textiles para la línea masculina. Un trabajo exigente, que la formó en la disciplina rígida de los franceses, que de alguna manera su mamá ya le había inculcado en casa.

Regresó a Bogotá con deseos de echar raíces en su otra casa y en 2014 empezó a darle forma a Atelier Crump, su propio taller creativo dedicado a la sastrería masculina a la medida. 

 

Decorar el cuerpo:

A Diana la inspiran las telas de amoblamiento. Sí, con las que se tapizan muebles. De hecho, uno de sus conjuntos evoca el toile de jouy, textil de las cortinas de la provincia francesa, que ella tomó como referencia y llamó Safari bengalí.  

La seducen las que son un poco veraniegas, perfectas para el trópico, sus estampados grandes, sus algodones gruesos, que se le antojan más atractivos que el paño corriente y la lana. “Son elegantes y tradicionales”, dice, y advierte que no quiere quedarse ahí. Hay mucho por explorar.

 “Tengo una gran influencia de la sastrería masculina. Me gustan los cortes rectos, no me gustan las prendas ceñidas y evito usar y diseñar piezas con prenses, pinzas o recogidos”, anota.

La mujer vestida de Crump fácilmente se puede imaginar en las calles colombianas y francesas, con taconazos o zapatillas deportivas. Ella, poderosa en su esencia, sabe interpretar códigos sociales y laborales, parece poco producida, elige cada componente de su atuendo, a la manera de la working girl, para verse fantástica sin esfuerzo. A eso le apunta Diana: a empoderar a la mujer sin alejarla de la fantasía del color.

 

FEMENINO VS MASCULINO

 

Cindy Crawford

Foto: cortesía Levi's

 

1.  Coco Chanel fue la primera mujer en usas pantalones. Se conoció que las campesinas de EE.UU. lo usaban para ejercer las actividades propias de la granja.

2. Las actrices Marlene Dietrch y Katherine Hepburn, inspiradas por Chanel, lucián pantalones en los años 30, lo que le dio legitimidad a la pieza. 

3. Durante la Segunda Guerra Mundial, las mujeres se vieron obligadas a asumir los puestos de trabajo que antes ejercían sus esposos y padres. 

4. Por ejemplo, alguien debía entregar el correo, porque la vida seguía. ¿La solución?, ir al ropero de los hombres y usar sus prendas.

5. Hace 80 años se diseño el primer jean femenino, 60 años después de la aparición del masculino. Lo presentó la marca Levi's en Estados Unidos como símbolo de independencia y rebeldía. 

 

Foto de apertura: Juan José Horta.

 

 

 

Por Beatriz Arango

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